Capítulo 30: Umbridge's Demise - Part One

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Los días habían pasado agradablemente. Harry no pudo evitar silbar una melodía alegre mientras salía de las mazmorras para ir a desayunar. Desde su encuentro con Rabastan, Harry se sentía más equilibrado y ligero, como si se le hubiera quitado una pesada nube de la cabeza. Todo era más brillante y estaba lleno de colores. En resumen, la vida era buena.

Su rostro se ensombreció al pensar en la noticia que había recibido anteayer; Seamus había caído enfermo. El chico tenía todo tipo de moratones y hemorragias inexplicables por todo el cuerpo. Habían comenzado en su estómago y brazos, pero ahora todo su cuerpo parecía estar cubierto de decoloración. Seamus se había limitado a ir a sus clases al principio, pero tuvo que parar al cabo de unas horas porque empezó a sangrar por el oído. Los Gryffindor's se habían puesto histéricos y aún después de un día cuchicheaban entre ellos y miraban con paranoia a cada alumno y profesor.

Harry había esperado un enfrentamiento con Ron y posiblemente con otros Gryffindor's, pero éste no se produjo. Nadie parecía hacer la conexión entre Harry y Seamus. Harry lo sabía bien, había visto la herida en la palma de su mano curarse en doce horas. Sabía que había curado esa herida con los poderes que le otorgaba el tatuaje, por lo que era demasiada coincidencia que Seamus enfermara al mismo tiempo que la herida de Harry sanaba.

No estaba demasiado preocupado. La verdad es que no. Seamus le había hecho daño, pero sólo lo había hecho un par de veces, así que no podía imaginar que la maldición de Ekrizdis matara al chico. No, Harry podía imaginar que el chico se sentiría mal durante unas semanas y que la cuenta quedaría saldada.

Harry sintió que su buen humor volvía al entrar en el Gran Comedor. Ya podía ver a sus amigos sentados en la mesa de Slytherin y vio a Draco sonreír ampliamente cuando lo alcanzó a ver.

-¡Hola, chicos! Se han levantado temprano de la cama-, dijo Harry mientras se dejaba caer al lado de Draco.

Pansy levantó la vista de su libro de texto de Transfiguración y miró a Harry con tranquilidad. -Sólo te quedan quince minutos para desayunar si quieres llegar a tiempo a la clase de McGonagall-.

Harry suspiró, cogió rápidamente un sándwich y le dio un gran bocado. Vio que Pansy arrugaba la nariz con disgusto. Sonrió ampliamente, mostrando el trozo de pan.

-¡Qué asco, Potter!-, dijo Pansy. Rápidamente se escondió de nuevo detrás de su libro para no ver a Harry masticar como un salvaje de nuevo.

Harry se limitó a reír y a untar un poco de mermelada en su sándwich. Tranquilamente se sirvió un poco de Jugo de Calabaza en su taza y tomó un sorbo. Terminó su desayuno en tiempo récord y miró a sus amigos con satisfacción.

-He dormido muy bien. Se estaba tan bien tumbado en mi cama, que he dormido un rato. Les digo que realmente no hay nada que pueda perturbar mi buen humor-.

Vio literalmente que Theo se relajaba, sus hombros bajaban un poco y hasta la expresión de su rostro estaba menos tensa.

Harry frunció el ceño y miró a sus amigos. -¿Todavía tienen miedo de que explote? Creía que había mejorado últimamente-.

Theo le sonrió vacilante, pero sus ojos parecían pensativos. -No sé si hablo en nombre de todos, pero nos alegramos por ti. Sólo tuvimos que echar un vistazo a tu cuello destrozado para ver que tuviste un reencuentro positivo con tu ser querido-. Hizo una pausa y miró a Blaise en busca de confirmación, cuando obtuvo un pequeño asentimiento volvió a mirar a Harry.

-Seguimos preocupados por ti, Harry-, casi susurró Theo. -La conclusión es que no sabemos qué te pasa exactamente. Sólo sabemos que aún no puedes controlarlo. En cambio, estás controlado, y no quiero decir como si estuvieras poseído por un ente. No, es como si tuvieras un poder inmenso que te consume poco a poco, y por eso te miro tan a menudo; espero ver cada día al Harry normal y no a su sombra-.

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