A CHANGE OF FEELING

Capítulo 34: "Showtime"

Harry podía oler Hogsmeade antes de verlo. Todavía estaba mareado por la Aparición con Rabastan, pero podía oler los dulces olores, mezclados con el aire fresco, tan característicos del pueblo mágico. Luego escuchó muchas voces, muchas de las cuales pertenecían a estudiantes de Hogwarts. Después de todas estas impresiones, Harry pudo concentrarse de nuevo y sólo vio el pelo alborotado de Rabastan ante él, tras lo cual el hombre le apretó un casto beso en los labios.

-Bueno, pequeño cuervo, ¿recuerdas dónde te secuestraron?-, dijo Rabastan con un brillo en los ojos.

Harry asintió con la cabeza y señaló el callejón que había al final de la calle. Rabastan asintió e hizo un dibujo con su varita en las paredes de la tienda. Intrigado, Harry observó cómo Rabastan parecía hacer una especie de portal con el símbolo, pero pareció molesto cuando fue arrastrado a través de él. Al igual que con la Aparición, viajar por Floo, o el maldito Autobús Nocturno, este modo de transporte no era agradable. Harry podía, literalmente, sentir la argamasa entre los ladrillos mientras era absorbido por el túnel antinatural. Además, sintió que tardaron mucho en llegar a su destino, tiempo durante el cual Harry estuvo metido entre las piedras y la argamasa, envuelto en una completa oscuridad. Cuando Harry volvió por fin a la luz del día, cayó en los brazos de Rabastan.

-Esto. Es. Terrible-, gruñó en el pecho de su amante.

Una risa oscura fue su respuesta. -Hmm, mi pequeño cuervo prefiere volar, ¿no es así?-.

Harry asintió. -Podrías haberme avisado, ¿por qué no podíamos caminar?-.

Rabastan suspiró y le dio un toque burlón a Harry en la nariz. -Múltiples razones, pero la principal era que estas de camino a Hogsmeade; piensa en el efecto que podría tener si la gente te viera, o peor si viera a dos Harrys. Sólo hay que calcular mal el tiempo y las consecuencias pueden ser graves-.

Harry asintió, y luego entrecerró los ojos. -Pero esta forma de viaje es muy desagradable, ¿cómo o qué has hecho?-.

Rabastan sonrió arrogantemente y le guiñó un ojo a Harry. -Soy un Maestro de Runas, he devorado libros sobre el tema. Esta es una variante oscura de una Runa, en la que obligas a tu entorno a abrir su ser para que puedas pasar. Requiere mucha energía, pero puedes moverte muy concentrado y penetrar a través de las guardas más simples. También es imposible de rastrear-.

-Mientras no tenga que usarlo más, me parece bien. Hasta ahora sólo disfruto volando en mi escoba-, dijo Harry con una mueca clara en el rostro.

Rabastan se inclinó sobre Harry y le besó la frente. -Cariño, te dejo aquí. Mantén los oídos abiertos y espera hasta que hayas escuchado tu propio secuestro. No salgas-, dijo, señalando el cobertizo que tenían detrás. -Tengo que buscar a Dolf, él es el responsable de tu extracción-.

Los ojos de Rabastan brillaron al pensar en el secuestro de Harry; sus pupilas se ensancharon, oscureciendo aún más sus ojos. Se lamió los labios sin pensar y luego se mordió el labio inferior. Un gruñido bajo escapó de sus labios.

Con un rápido movimiento, cogió la cara de Harry y se acurrucó contra el cuerpo ágil de éste. -Si tan sólo te secuestrara, mi amor-, dijo sin aliento a los labios secos de Harry. -Entonces te escondería para que nadie te encontrara, el Señor Tenebroso tendría que buscar un nuevo aliado y Dumbledore tendría que recurrir a otro niño soldado. Y yo... te idolatraría una y otra vez; empezando y terminando en mi cama-.

Harry gimió, pero su gemido no tardó en ser amortiguado por unos labios firmes e impulsados, empeñados en dirigir toda la sangre del cuerpo de Harry lo más rápidamente posible hacia su polla, que mientras tanto había sido despertada por la lengua de Rabastan que acababa de deslizarse entre los labios de Harry. Unos dientes afilados interrumpieron el beso, tras lo cual Rabastan tiró ligeramente del labio de su amante hacia atrás, lo que provocó un "chasquido" cuando el labio de Harry rebotó contra sus dientes.