Capítulo 17: Nightly Terror

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Un viento fresco sopló contra su cara. Sus labios se entumecieron y, sin duda, se pusieron de color azul. De su aliento, parte del vapor se condensó en gotas de agua, por lo que una nube se hizo visible frente a él. El frío era tan intenso que Harry no podía calentarse frotándose los brazos. El frío también era impenetrable, una tierra de nadie hecha de kilómetros interminables de niebla y grisura que se extendía ante sus ojos. Una sensación de infelicidad, pena e impotencia llenaba el ser de Harry.

Harry sintió una presencia detrás de él. Sintió unos dedos largos y fríos que se clavaban en la carne de su hombro. El dolor no era excesivo, pero era un dolor cortante. Sentía la piel como si se hubiera quemado. Sólo que no era un fuego lo que lo causaba, sino un frío envolvente. Harry se miró los hombros, las heridas eran de color gris claro y se veían pequeñas ampollas transparentes. Temblando de miedo, se volvió y vio... Nada. Se volvió paranoico y miró en todas direcciones para ver a su atacante.

Harry se dio la vuelta una vez más. El rostro de su atacante hizo que su sangre se coagulara. Un rostro putrefacto, sin ojos, nariz, boca ni labios, flotaba ante él. La piel era de color gris/marrón, con grandes manchas de putrefacción que a veces parecían rojas o negras. Si la vista ya era nauseabunda, el olor tenía un efecto aún mayor. La criatura se quedó frente a él, y aunque no había viento, la túnica negra podrida ondeaba ominosamente detrás del dementor.

-E-Expecto Pat-tronum-, tartamudeó Harry. No sabía si era el miedo o el frío lo que le hacía castañear los dientes.

No pasó nada, ni siquiera una nube plateada.

El dementor no parecía querer nada, permanecía inmóvil frente a Harry. Parecía observar a Harry, como un estudiante curioso que disecciona un insecto. Esto puso a Harry aún más nervioso, no sabía ahora si atacar o huir. Su cuerpo eligió por él, y se quedó quieto como una estatua.

-H-h-ha-rrrr-y-, llegó una voz cruda y muerta. La criatura parecía haber hablado, aunque los labios no se movían.

-....Harry Potter... Venimos a por ti. Te buscamos. Te encontraremos-, dijo la criatura.

Harry dio un paso atrás. Sintió que el corazón le latía en la garganta. Un deseo incontrolable de huir llenaba su ser.

Mientras tanto, daba pasos enteros hacia atrás para crear distancia entre él y el ser. Pero con cada paso, la criatura parecía acercarse más. El sonido del traqueteo de la respiración del dementor era claramente audible. Él mismo había dejado de respirar, su cuerpo parecía considerarlo secundario para huir.

Dio otro paso atrás, pero pisó mal y perdió el equilibrio. Cayó de culo. Se arrastró hacia atrás a cuatro patas. Sentado, siguió mirando a la criatura, que ahora se cernía sobre él. El dementor se inclinó y agarró a Harry.

-Siempre estamos ahí-, dijo la criatura.

-....-

-¡Harry!- dijo una voz en la distancia.

-....-

-¡Compañero, despierta! Es sólo un sueño...-

Harry dio una patada a las mantas, que le envolvían las piernas. Se agitó con los brazos, sin golpear a su dementor. Estaba profundamente sudoroso, sus mantas y el colchón se sentían fríos y húmedos.

Harry miró a su alrededor, sobresaltado. Después de marearse varias veces en la habitación, se tomó el tiempo de reconocer a las personas que había en ella. A sus pies y al lado de su cama estaban sus "viejos" amigos: Ron y Hermione. Hermione parecía realmente angustiada y parecía preocupada por Harry. Tenía el pelo revuelto y ni siquiera las plumas (que escribían animadamente en su camiseta) escribían en el pergamino. Ron parecía un poco avergonzado, como si no pudiera sostenerse.

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