Capítulo 15: Pink Toads and Sneaky Lions

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Se dice que el tiempo vuela. Esto no era cierto para Harry. Los días pasaban sin que parecieran traer nada nuevo. Cada vez se repetía una y otra vez. Las lecciones del sapo rosa sólo aumentaban el aburrimiento de Harry. Umbridge nunca cambiaba de color, tenía innumerables variaciones de trajes rosas que le gustaba combinar con guantes rosas en estos días. Así que su aspecto no proporcionaba la tan necesaria variedad para sacar a Harry del aburrimiento. Por desgracia, su comportamiento tampoco cambió. El sapo se empeñó en atraer a Harry a la detención con ella. Apenas evitó hacer un rastro de tarta de melaza para atraer a Harry a su despacho. Harry suspiró ante este pensamiento, un rastro de Tarta de Melaza no sonaba tan mal. Al menos aliviaría a la bestia que llevaba dentro; era nada menos que un goloso. Aceptaría el castigo con gusto.

Peor aún que el sapo rosa, era el comportamiento de los Gryffindors. Nadie se había disculpado. Harry se había encontrado con Hermione anteayer. Se encontró con ella "accidentalmente" en la biblioteca. Había entablado una conversación con ella torpemente. Al principio parecía como si los últimos meses no hubieran pasado. Hermione hablaba con las mejillas sonrojadas al pensar en Krum, que, al parecer, le había escrito poco antes. Al parecer, Hermione seguía sentada en una nube rosa, una en la que Harry podría sentarse durante un tiempo. Juntos recordaron con nostalgia todas las aventuras que habían vivido. Por un momento Harry se sintió como aquel inocente niño de once años que acababa de tener sus primeros amigos. Por un momento, volvieron aquellos sentimientos largamente acariciados por aquella bruja mandona. A menudo se reía de sus anécdotas sobre las acciones estúpidas de sus compañeros de Gryffindor.

Juntos hablaban de la falta de instrucción e incluso hablaban de un profesor en la persona de Harry. Al fin y al cabo, Harry tenía experiencia en Defensa contra las Artes Oscuras y además tenía mucha paciencia con los demás. Sería el candidato ideal como profesor. Pero ese fue también el momento en que la conversación dio un giro. Harry dijo demasiado en su entusiasmo.

-Me gusta mucho la idea 'Mione'-, dijo Harry con los ojos brillantes. Ya veía que las lecciones tomaban forma, empezaría con hechizos de defensa y desarme. Después, poco a poco, iría subiendo a hechizos ofensivos. También habría encantamientos especializados, como el encantamiento patronus. Sus manos ya estaban ansiosas por ponerse a trabajar.

-Sólo tenemos una cosa, Harry-. dijo Hermione, vacilante. Empezó a jugar con la página de su libro de Pociones, una mala señal en opinión de Harry; Hermione odiaba doblar, tachar y escribir en un libro. El hecho de que ahora ella misma estuviera jugando con la página no auguraba nada bueno.

-Los chicos ya no confían en ti. Dicen que ahora estás en el mismo bando que Voldemort, que te has vuelto oscuro. Tendrás que inventar una historia fuerte si quieren aprender de ti- dijo tímidamente la joven bruja.

Harry levantó la ceja y espetó: -Tampoco deberían recibir clases de mí. Es un privilegio-.

Hermione soltó una carcajada desdeñosa. -¿Un privilegio, Harry? ¿Me estás tomando el pelo?-.

Harry levantó la barbilla con elegancia, una forma que veía hacer a Draco a menudo. Le daba un aire de autoridad y elegancia. -Es un privilegio Hermione. Soy el mejor de nuestra clase, no estoy preocupado por mi OWL. Más bien, parece que estás preocupada. Puedo dar esas lecciones prácticas tan duras. Y quiero hacerlo. Pero si la gente no quiere mi lección, entonces no la forzaré. Lo tomas o lo dejas-.

Hermione pensó en esto por un momento. Harry vio que su cerebro trabajaba horas extras. La joven bruja realmente quería lecciones de Harry en persona. Harry era mucho más intuitivo que Hermione y parecía casi sentir los hechizos de DADA. Ella había visto con sus propios ojos lo rápido que Harry disparaba los hechizos y sobre todo lo poderosos que eran. Dominaba los hechizos de sexto y séptimo año, y ya se dedicaba a los lanzamientos no verbales.

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