Capítulo 12

1.2K 133 16
                                    



Narra Nat:

Cuando planeé ir a la habitación de Max, estaba muerto de nervios, creo que incluso me veía muy pálido. Pero al escuchar que podía entrar en su cama, sin pensarlo dos veces, salí corriendo hasta su lado y me acomodé entre sus fuertes y hermosos brazos.

- Gracias por dejarme dormir aquí...

- Shhh. - Me calla y me abraza con fuerza.

- Oye no me calles, yo solo...

- Nat, por favor, no hables, te lo suplico. - Me enojé y empecé a hablar rápido.

- No deberías callarme, yo solo quería agradecerte y tú...

Vuelve a callarme, pero ahora lo hace con sus labios, era un beso tan fiero, que apenas lograba corresponderlo. Necesitaba oxígeno en mis pulmones, sin embargo los ignoro, porque no deseaba que se detuviera, así que me esforcé para respirar por la nariz.

Me quedé inmóvil cuando sentí su mejilla rozándose con mi piel, parecía que quería besarme en muchas partes, pero no podía. Todo mi cuerpo empezó a tensarse de la excitación, es como si él tuviera el control de lo que sea que estuviéramos haciendo.

- Nat... - Susurra en un gemido.

- Max... Bésame.

Petición a la que no se hizo esperar, ya que regresó hasta mis labios y en un momento desesperante, empieza a comerme sin piedad. Estaba tan excitado solo con pensar en hacer el amor con él, que cuando llegó a mi cuello para dejar leves marcas, le pedí más que eso.

Necesitaba mucho más, quería sentirme suyo toda la noche, y por la forma en que me besaba, sabía que él también. Sus manos aprisionaban pequeñas partes de mi piel, haciendo estremecer cada centímetro de mi ser, era como si mi cuerpo se mandara solo.

- Max, hazme el amor...

Agarré su cabello con fuerza cuando se viene sobre mí para besarme el pecho sobre el pijama, lo que me vuelve loco. Sus manos empiezan a subir mi camisa, sentía que ninguno iba a detenerse, hasta que se levanta espantado y sale corriendo al baño.

- ¡Duérmete!... Mmm yo... Regresaré luego...

Después de esas palabras, escuché claramente cuando puso el seguro, y eso trajo muchas dudas e inseguridad a mí. ¿Max no me ama? ¿Acaso solo está confundido? ¿No quiere hacerlo conmigo? ¡Yo creí que él me amaba y que se había esforzado en recuperarme por eso!

Con todas esas ideas, me quedé dormido, hasta la mañana siguiente, me desperté en sus brazos y me doy cuenta de que sí me abrazó. Así que armé un plan, regresando cada noche a la habitación de Max, esperando que en algún momento superáramos los besos, pero no logré nada.

- No te vayas Max.

- Es que creo que la cena me hizo daño.

- Pero, yo...

- No te preocupes, puedes dormirte, yo regreso luego...

Max siempre tenía una excusa para salir corriendo al baño y dejarme completamente solo en su cama, hasta el sueño se me quitaba. Estaba muy molesto, hasta que recordé que para él solo soy un niño y posiblemente, tiene miedo de que puedan separarnos si lo hace.

Una noche, resistí mi sueño, me senté sobre las almohadas esperando a que él saliera del baño y tardó más de una hora. Aunque lo que me sorprendió, fue el tarro de ungüento que traía en sus manos y que al verme despierto, lo escondió de inmediato.

Narra Max:

No sé lo que me pasa, no entiendo; estoy desesperado por hacerle el amor a Nat, pero al mismo tiempo, tengo mucho miedo. Si alguien se entera, nos separarán; y eso no podría soportarlo, todo menos que lo alejen de mí otra vez.

Cuando se le ocurrió la idea de dormir conmigo, fue como si atravesaran un hierro caliente por mis bajos instintos. Por esa razón corría al baño, huyendo de mis deseos de someterlo fuertemente; pero al salir, recordaba que debía aplicarle el ungüento para desvanecer las cicatrices y una noche, me vio.

- ¿Qué es eso? Y ¿por qué lo escondes?

- No te preocupes, no es nada.

- ¿Es lubricante? - Pregunta curioso.

- ¡NAT! Por supuesto que no, esto es... Es... - Pienso en alguna mentira.

- Si te atreves a mentirme, me iré cuando cumpla los 18 años.

- ... Es un ungüento para desvanecer cicatrices.

Lo vi levantar su camisa muy sorprendido, lo que me hizo sentir un poco incómodo, ¿Acaso se molestó por no haberle dicho? Me acerqué a la cama para explicarle; pero él se arrodilla y empieza a besarme con deseo, a lo que no puedo negarme, porque necesito más.

- Gracias por borrar mi dolor.

- Nat, yo...

Ring Ring Ring

Estaba seguro que le diría a Nat que lo amo con todo mi corazón, pero de cierta manera, aún tengo mucho miedo de decirlo. Esa llamada fue de mi asistente, para informarme que había cancelado todas mis citas del fin de semana para poder irme a disfrutar con mi niño.

Soy malditamente feliz, encontré a mi hermoso Nat, lo traje conmigo para que fuera feliz de nuevo y lo logré. Ahora está conmigo, lo amo con todo mi ser y estoy seguro que muy pronto podré decirlo; pero necesito demostrárselo antes.

- Te llevaré a la playa el fin de semana.

- ¿Te volviste loco? ¿Y tu trabajo?

- La oficina estará bien un par de días sin mí.

- ¿A la playa? ¿Allá me llevarás?

- Sí, esa cita quedó en pausa hace seis años, ¿no lo recuerdas? - Dije mientras me subía en él.

- ¿Quedó en pausa? ¡No lo recuerdo! - Titubea mientras se acuesta.

- Nat, quiero darte un regalo, ir a divertirme contigo y pasar un momento especial a tu lado.

- ¿Un momento especial conmigo? ¿Será lo que pienso? - Menciona con una sonrisa malévola.

- Dime que sí y descúbrelo... ¿Quieres ir conmigo a la playa?

- ¡Por supuesto que quiero!... Llévame al fin del mundo también.

Muero por besarlo en la boca, comérmelo completo, sentirlo mío, deseo tanto este viaje que no lo desperdiciaré. Voy a demostrarle a Nat cuanto lo amo, mi desesperación por recuperarlo y mi anhelo de no perderlo nunca más; pero no esta noche.

Solo deposité un suave beso en su frente y después de aplicar el ungüento, nos abrazamos para dormir...

Yo No Te Abandoné "MaxNat"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora