Capítulo 8

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Narra Max:

"Hace siete años"

Mi padre es dueño de un bufete de abogados, este fue el sueño de su vida y con el tiempo, se convirtió en mi pasión. Él se especializaba en la familia, así que busqué el mismo rumbo, y estudié leyes jurídicas, especializado en área de lo familiar.

- Soy el padre más orgulloso del mundo; eres el hijo perfecto, te graduaste a tus 19 años y no importa que aún no puedas ejercer.

- Gracias a ti papá; pero ya deja de pensar en mí, date una nueva oportunidad de ser feliz.

- Solo con tu madre puedo ser feliz; mejor esperaré para encontrarme de nuevo con ella.

Vi a su asistente ese día, aunque no me llamó la atención para nada, por lo menos, no más allá de lo laboral. Pasó casi un año, antes de que ella y yo pudiéramos entablar una conversación; en esas circunstancias, me agradó mucho, pero siempre como amiga.

- ¿Eres soltera o casada? ¿Tienes familia?

- Soy viuda.

- Lo lamento mucho. ¿Solo eran ustedes?

- Pues... Tuvimos un hijo, se llama Nat y está por cumplir 11 años.

- Un hijo... Ese es un buen recuerdo de tu esposo; es difícil creer que seas madre.

- El padre de Nat decía que soy hermosa y que me veo muy joven para ser mamá.

- Claro... Tu esposo te amaba muchísimo.

- Me preocupa Nat, creo que aún no lo supera... A veces pienso que, debí casarme de nuevo para que él no se sintiera solo.

- Eso es lindo de tu parte... Me gustaría conocerlo algún día.

- ¡Ven a su fiesta de cumpleaños! Será en un par de semanas.

Cuando lo vi por primera vez, noté que no solo lo de su padre le afectaba, sabía que había algo más que le incomodaba. Estábamos en la cocina, hablando con su mamá, le expliqué que tuviera más precaución con él, que yo podía percibir que le hacían bullying; y lo escuchamos llorar.

Ella se disculpa conmigo, dice sentirse apenada porque él aún está triste por la muerte de su padre y que iría a hablar con Nat. Sin embargo, no me pareció buena idea, por alguna razón, la vi molesta; así que le pedí que me dejara ir a mí y me quedé con él hasta que se durmió.

Esa noche, me di cuenta, que sentí algo especial por Nat, es decir, lo dejé llorar sobre mi hombro y eso a nadie se lo había permitido. Además, me gusta verlo dormir, es como si estuviera tranquilo y me gustaría cuidar ese descanso por el resto de mi vida.

Tomé la decisión de frecuentar más a su mamá; pronto me di cuenta que ella era una mujer interesada, por la forma en que me coqueteaba. Cuando me enteré de que le hacían bullying a Nat, no pude controlar mi ira, quería meterlos a todos a prisión por lo que le hicieron.

El día que Nat nos vio besándonos, yo no lo inicié, ella me tomó por sorpresa y correspondí para que no se sintiera mal por mi culpa. Fue la segunda vez que lo vi llorar; pero ahora, me sentía culpable por esas lágrimas, no sé cómo, solo creo que él lloraba por el beso en realidad.

Me gustaba mucho salir solo con Nat, el día que me molesté con su madre, mi intención era no volver a menos que fuera a verlo. Pero, ella habló conmigo y se disculpó por su actitud con Nat, dijo que en compensación saliéramos los tres a cenar.

Obviamente, me encantó esa idea, porque no estaría solo con ella, mi niño también vendría, así que busqué un restaurante divertido. Encontré ese con los paseos en canoa y aunque era muy costoso, por Nat, valió la pena gastar todo ese dinero.

Desde que llegamos, vi los ojos de Nat iluminarse con los paseos en canoa, era lógico que desearía subirse, porque era un niño. Cuando ella se opuso al paseo, en verdad me enojé mucho, así que sin su permiso, subí a Nat para que disfrutara de eso y así fue, se veía muy feliz.

- ¿Por qué no querías que Nat se subiera?

- Te lo dije, es mucho dinero; no deberías de gastar tanto en Mi hijo.

- Sé que no es mi hijo; pero es mi amigo y solo quiero que se divierta.

- ¡Está bien, me queda claro!

Por su tono irónico, sabía que se había enojado; unas semanas después tuve una conversación con mi papá y él aprobó mi decisión. Aunque no fue el único, después la llamé a ella para encontrarnos y decirle que me casaría con ella, pero que tendría que aceptar mis condiciones.

- ¿De qué condiciones hablas?

- Cambiaré tu auto, te daré uno más nuevo; pero solo podrás usarlo para ir a traer a Nat a la escuela y las compras en el supermercado.

- Si quiero hacer otra cosa, ¿tendré que ir en taxi?

- Puedes conservar tu auto viejo si quieres, igual tendrás el nuevo.

- ¿Algo más?

- No habrá luna de miel; no tengo tiempo para dejar el bufete por ahora.

- Está bien.

- La siguiente es con respecto a Nat.

- ¿No quieres que lo lleve conmigo? Bueno... Creo que podría contactar a la mamá de Jimmy.

¿Esta mujer está pensando en deshacerse de Nat para casarse conmigo? ¡Está bien loca si piensa que lo permitiré! La única razón por la que me caso con ella, es su pequeño hijo de 11 años y si lo envía lejos, no hay forma de que este matrimonio se lleve a cabo.

- No te equivoques... Nat viene con nosotros.

- ¿Hablas... En serio? - Parece incrédula.

- Sí, compraré una casa donde todos estemos cómodos; incluyéndolo.

- ¿Alguna otra cosa que se te olvide?

- Te daré una tarjeta de crédito; pero tendrá límite de compra.

- Lo que quieras.

- Y la última... Mi casa, mis reglas; mi opinión será una orden, ¿te queda claro?

Cuando estuve seguro de que aceptaba todas mis condiciones, la hice firmar un contrato, donde ella se sometería a eso. Un tiempo después, ya estábamos casados, aunque la única razón por la que no la lleve a una luna de miel, es porque, no siento deseos de tocarla, solo quiero proteger a Nat.

Viviendo juntos, fue más fácil notar que la actitud de ella con mi niño, era más agresiva de lo que yo pensaba. Así que comencé los trámites para tener la tutela legal de Nat, para que ella no pudiera lastimarlo; y un día, el juez me hizo una petición.

- Sé que la madre no sabe sobre esto; pero tengo que hablar con Nat.

- Tampoco él lo sabe y quiero que sea sorpresa, ¿puede parecer una reunión casual con un amigo?

- Me parece perfecto; fije fecha y hora. Porque todo lo que dice su documento, debe confirmarlo él...

Yo No Te Abandoné "MaxNat"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora