Capítulo 26

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Narra Max:

Efectivamente, mi suegro y Anny, pasaron la tarde juntos, por la misma razón, aproveché de ir a la oficina. Había mucho trabajo pendiente por la semana que estuve con Nat, así que decidí resolver los problemas de mis clientes y en la noche, fuimos a cenar con mi niño.

- ¡Me encanta cenar fuera; pero me hubiese gustado más que me cenaras a mí!

- ¡No seas desesperado! ¡Espera a que regresemos a casa!

Una semana más tarde, entre Anny, mi suegro y Nat, decoraron la casa e incluso, la amueblaron para mayor comodidad. Un par de meses después, nos sorprendieron, diciendo que habían decidido iniciar una relación, y mi suegro añadió, que decidió dejar todo el dolor atrás y darse una nueva oportunidad.

- ¡Estoy muy feliz por ti papá!

- ¡Cuídela mucho... Anny es como mi madre!

- ¡Lo sé Max!... Te lo prometo.

- Si deciden casarse; podemos hacer boda doble.

- Tranquilo principito, apenas iniciamos.

- Pero, debemos considerar que no es mala idea.

- ¿Estás seguro se lo que acabas de decir?

- Sí Anny, piénsalo; ya no somos tan jóvenes y sería bueno empezar a disfrutar de esto.

- ¡Ay principito. Mira en lo que me metes!

Aunque no quedó una respuesta sólida, sabíamos que aún lo estaban pensando; y lo bueno, es que tenían dos meses para hacerlo. Mientras, mi niño y yo, vivimos en un amor un tanto loco, o creo que desenfrenado es la palabra correcta, pero nos hacía felices.

- ¿Te imaginas si pudiera quedar embarazado?

- Con la resistencia que tienes, serían quintillizos.

- ¡Max! - Golpea mi hombro.

- ¡Oye, no me golpees! ¿Acaso quieres quedarte sin esposo?

- Es tu culpa que yo siempre tenga ganas de ti; además, ¿Por qué me quedaría sin esposo?

- Por tanto golpe que recibo; me golpeas estando así y mientras lo hacemos.

- ¿Quieres revisar ahí para ver si no estoy lastimado por eso? - Señala mi...

- ¡NAT!

Entre risas empieza una nueva ronda de besos, sigo sorprendido, es decir, el tiempo pasa y sigue siendo un descarado. Pero, es lo que más me encanta de él, que sea así solo conmigo; y más importante, no me molesta que me golpee, sé que le gusta que sea rudo con él.

El único problema que tenía, es que cada día que pasaba, era un día más cerca de la boda y eso me ponía muy nervioso. Por otra parte, no era el único, Nat estaba igual; incluso se presentó en mi oficina para que pudiéramos hablar sobre varias cosas.

- Tengo miedo de haberte presionado para casarnos en tan poco tiempo.

- Y yo tengo miedo de que la razón de esa prisa no sea porque me amas.

- ¡Te amo Max! No dudes de eso jamás.

- ¿Pero...?

- Bueno, admito que la otra razón; es porque eres nueve años mayor que yo.

- ¿Y eso que tiene que ver para que nos casemos de inmediato?

- Amor, tendré 21 años cuando seamos papás; lo que indica que tú tendrás 30.

Yo No Te Abandoné "MaxNat"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora