OO4 (T2)

1.8K 181 110
                                    

(editado)

Nuevamente, Jaemin no había ido a clases y Jeno volvía a preguntarse por qué estaba faltando tanto en los últimos días

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Nuevamente, Jaemin no había ido a clases y Jeno volvía a preguntarse por qué estaba faltando tanto en los últimos días.

Iba un día, y el siguiente no, a veces incluso faltaba más de uno, y eso ya comenzaba a preocuparlo. Jaemin le había dicho que era porqué se quedaba dormido ya que se quedaban hasta tarde escribiéndose, así que Jeno no le pedía más razones ya que lo entendía; al pelinegro le gustaba dormir, pero en el ultimo tiempo se había vuelto más insistente con los mensajes durante la madrugada, y él no se negaba porque de hecho le encantaba quedarse hasta tarde hablando con Jaemin de cualquier cosa. Sin embargo, gracias a eso el morocho estaba quedándose dormido y no iba a clases, así que ya no le estaba gustando mucho.

Decidió que luego del instituto iría a verlo para estar con él, hablar sobre ese tema y de paso dejarle los apuntes para que no se atrasara, cosa que hacía cada vez que el contrario faltaba. Le gustaba ayudarlo para que no bajara sus calificaciones, por eso no se negaba a explicarle algo que no entendía o llevarle las tareas cuando faltaba, por eso también no lo dejaba echarse a vago porque si fuera por Jaemin, ya tendría varias materias al límite.

Durante todo el día en el instituto no hizo más que adelantar trabajos y quedarse solo en el salón, ya que sin Jaemin no tenia necesidad de ir al patio como todos, incluso su almuerzo fue aburrido y lúgubre sin el pelinegro que siempre se encargaba de sacarle conversación y hacerlo reír.

A la salida se cruzó con Mark que lo saludó sonriente desde lejos, gesto al que correspondió mientras se acercaba a la acera y se iba camino a casa de Jaemin.
Le había enviado un mensaje diciéndole que estaba yendo, pero no recibió respuesta, ni siquiera lo había leído. Supuso que quizá estaba dormido o simplemente no estaba con el móvil, sólo esperaba que estuviera en casa.

Una vez llegado, tocó el timbre y a los segundos el mayordomo de la casa le abrió.

— Joven Jeno —saludó con la misma seriedad de siempre, aunque irradiaba calidez, cosa que al castaño le agradaba. No obstante, no podía decir lo mismo de su costumbre por llamarlo "joven".

Entró cuando el mayor se hizo a un lado, desistió de su reclamo constante por esa manía del hombre y sólo lo saludó.

— ¿Jaemin está dormido? —preguntó mientras se quitaba de encima la mochila un momento puesto que su hombro había comenzado a doler un poco.

— El señorito está con un amigo —avisó.

— ¿Un amigo? —inquirió por pura inercia. Normalmente Jaemin no se juntaba con nadie en casa, pero no le dio importancia y sólo le agradeció al hombre para después dirigirse a la escalera de la enorme casa.

Subió tranquilo, sin apuro ni preocupaciones, pensando que luego de que el amigo de Jaemin se fuera podrían salir a algún lado y pasar el resto de la tarde juntos, comiendo helado o cualquier cosa que se le antojara al pelinegro.

Se preguntaba quién era el chico con el que estaba. Dudaba que fuera alguien del instituto, así que comenzó a sopesar la idea de que se trataba de alguien que no conocía.

Cuando llegó a la puerta, no dudó en abrirla, mucho menos sintió algo que le gritara que mejor no abra porque no iba a gustarle nada lo que encontraría dentro, así que cuando pudo ver el interior del cuarto, simplemente se quedó parado en el umbral con la vista fija en el par que no se había dado cuenta de su presencia por culpa del silencio de la puerta, ni siquiera la manija al bajar hacía ruido alguno.

Fue Jaehyun el que se dio cuenta de su presencia, porque se giró luego de soltar los labios del pelinegro debajo suyo para verlo a él, volviendo su expresión de placer y éxtasis por tener a Jaemin debajo suyo, a una de impresión por estar viendo al castaño de pie en la puerta.

Cuando el pelinegro lo imitó, lo primero que hizo fue alejar al chico encima suyo de un empujón, viendo con horror a Jeno que se mantenía tan tranquilo sin expresar nada de lo que estaba sintiendo en ese momento.

Ni la traición, la desilusión, el dolor o la enorme angustia que estaban revolviendo todo su interior se plasmaban en su expresión, pues ésta estaba apacible e inmutable.

— Mierda —musitó Jaehyun, levantándose de la cama para agarrar su camiseta del suelo y colocársela, al menos sólo eso se había sacado, y que bueno que Jaemin seguía vestido —. Jeno —llamó desde su lugar, sin poder evitar la preocupación.

No es que le tuviera miedo o algo al castaño, pero temía que reaccionara mal con Jaemin y pudiera golpearlo o algo. Sabía que Jeno se estaba controlando mucho en esos momentos.

— Vete —fue lo único que demandó el Park, sin evidencias de rabia o furia. Demasiado tranquilo para su propio bien.

— No —dijo Jaehyun, seguro, no pensaba irse y dejarlos solos.

— Jaehyun, sólo vete —musitó Jaemin desde su lugar.

— Pero...

— Sólo hazlo —repitió, y Jeong rápidamente se sintió horriblemente culpable al ver los ojos brillantes del pelinegro. Se estaba aguantando las ganas de llorar y de volverse histérico, quizá en cuanto se fuera del cuarto ya no se contendría y dejaría salir todo.

Suspiró derrotado y enseguida agarró sus zapatillas, pero en el momento que se dirigió a la puerta, se quedó a un lado de Jeno y lo miró casi preocupado.

— Si te quieres desquitar con alguien, hazlo conmigo. Esto es mi culpa —le dijo serio.

— Tiene más culpa el que acepta, que el que ofrece —le respondió tranquilo, sin cambiar su expresión. Ni siquiera lo miró. Jeno sólo se dedicaba a ver a Jaemin sentado al borde de la cama.

Jaehyun apretó los labios y finalmente salió, cerrando la puerta detrás suyo. Realmente quería quedarse por temor a la verdadera reacción de Jeno, pero ni siquiera se quedó en el pasillo y sólo se fue a la escalera. En el ultimo escalón se sentó y se colocó el calzado, demorando lo más posible esperando oír algún sonido proveniente del cuarto que lo haga subir corriendo... pero no escuchó nada, y eso lo dejó más inquieto.

Finalmente, salió de la casa luego de quedarse unos segundos más en su lugar, pensando en lo que pasaría ahora que Jeno ya los había descubierto.
Se dijo a sí mismo que eso estaba mal, que nunca debería haber hecho la estupidez que en un inicio tanto le había gustado.
No podía evitar preocuparse por Jaemin, porque sabía que sus sentimientos por Jeno no eran muy normales, más bien eran algo mucho más intenso y enfermizo que sólo amor, y también sabía, que el castaño no era de las personas que toleraban y perdonaban algo así.

La había cagado horrible.

Pero ya estaba hecho, y ahora no iba a dejar solo a Jaemin, menos que menos. Ya daba por asegurado que el pelinegro iba a necesitarlo demasiado, aunque seguro ahora lo estaba odiando.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


falsa inocencia ♡ nomin ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora