❝𝐅𝐀𝐋𝐒𝐀 𝐈𝐍𝐎𝐂𝐄𝐍𝐂𝐈𝐀❞ ⎜ ❝Todos te ven como el adorable e inocente solecito, pero nadie sabe que te gusta gemir mi nombre mientras me montas y ruegas por mis marcas.❞
Jaemin es tierno y risueño con todos en el instituto, lo adoran y creen q...
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Su vista se mantenía fija en ese punto mientras sentía que todos se iban. Llantos, lamentos y tristeza era lo único que inundaba el ambiente, aunque parecía que incluso el día lloraba, lo sentía tan lúgubre y frío que no dudó en una posible lluvia dentro de poco.
Todos se habían ido, pero él no pudo, simplemente se quedó cabizbajo viendo esa lápida de un brillante y oscuro mármol. El nombre y la foto del chico sonriente le estaban torturando a un punto en el que sólo podía sentir desesperación, queriendo que nada de eso estuviera pasando. Sin pensarlo, se dejó caer de rodillas sin importarle la tierra del cementerio adherida a su pantalón, en esos momentos nada le estaba importando realmente.
No se contuvo más, ya no tenía caso contenerse en nada, así que se permitió llorar como nunca antes, dejando paso libre a todos sus sentimientos... a los verdaderos.
— Jaemin... perdóname —dijo con los ojos fuertemente cerrados, mientras mantenía la cabeza gacha y sus dedos casi se enterraban en la oscura y húmeda tierra —, debería haberte dicho la verdad, no esconderte mis sentimientos. Ahora... s-sé que no tiene sentido, pero quiero decírtelo, te lo debo —murmuró con un nudo en la garganta mientras su interior se encogía con cada palabra —. Te amo. Te odié y ahora te amo, simplemente no pude evitarlo. Lamento no habértelo dicho, sé que... q-querías oírlo, que te lo dijera, pero era difícil... perdón. Nunca me enamoré antes, tampoco tuve que demostrarle cariño a alguien y por eso no podía, no me salía… ¡e incluso lo negaba porque no quería enamorarme de tí! —espetó lo último con rabia, molestia consigo mismo por haber sido tan débil en el pasado.
Sorbió su nariz y alzó la mirada sin dejar de llorar en silencio.
— Tampoco te dije lo agradecido que estoy contigo, por haberme querido como nadie, por todos los cuidados, por preocuparte de todo —dijo, y no pudo evitar sonreír —. Gracias a tí y tu madre, mi padre ya se fue de la casa, tuvo que hacerlo. Mamá... e-está agradecida con ustedes, y yo también. Así que gracias por eso. Si pudiera volver el tiempo atrás te juro que lo haría, y todos los días apreciaría cada segundo contigo y... de-dejaría que me dieras de comer y que te me colgaras como tanto te gustaba, también te diría lo hermoso y adorable que te ves con tu cabello rubio y los suéteres de colores pasteles y... t-te diría lo mucho que te amo y lo agradecido que estoy de tenerte. Lamento no haberte dicho todo eso antes, sólo espero que me perdones y sigas conmigo porque yo jamás voy a volver a dejarte, ni siquiera ahora, lo prometo —dijo sonriendo débilmente.
En ese momento, escuchó que alguien lo llamaba a lo lejos así que volteó y se encontró a su madre, gritándole mientras le hacía señas llamándolo. Frunció el ceño extrañado, ¿qué hacía ahí su madre?
Y entonces, sintió una mano apoyarse en su hombro y un frío recorrerlo por completo.
Jadeó desesperado mientras el aire apenas pasaba, casi ahogándolo. Se pasó la mano por la frente sintiendo el sudor a la par que pasaba saliva repetidas veces.
