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(editado)

—¡D-Dios! —gimió arqueándose mientras su orgasmo se liberaba, todavía siendo fuertemente embestido por el castaño que lo miraba desde arriba, hasta que también se vino en su interior

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—¡D-Dios! —gimió arqueándose mientras su orgasmo se liberaba, todavía siendo fuertemente embestido por el castaño que lo miraba desde arriba, hasta que también se vino en su interior.

Las piernas a su alrededor temblaban y el cuerpo debajo suyo sufría de pequeños espasmos.
Jaemin alzó sus manos y lo sostuvo del rostro para obligarlo a bajar y ser recibido por sus labios que besaron los del castaño con fervor y necesidad. Jeno le correspondió, pero no demoró en echarse a un costado, viendo el techo de su habitación.

¡Joder! Otra vez se había tirado a Jaemin.

Había sido débil. Fue difícil resistirse cuando el rubio comenzó simplemente a quitarse la ropa frente a sus ojos, diciéndole que quería ser suyo de nuevo.

— Aish, se supone que no debo hacer esto —se regañó a sí mismo, sentándose al borde para buscar su ropa, pero enseguida sintió los brazos del contrario cerrándose en su cuello de forma gentil.

— ¿Por qué no? No hay nada que te detenga, además no estás haciendo nada malo —comentó tranquilo mientras depositaba besos detrás de su oreja y nuca luego de haberlo soltado —. Tú disfrutas estar dentro de mi, y yo disfruto el tenerte. ¿Qué hay de malo?

— Que nadie se acuesta con la persona que odia, sólo yo porque soy un debilucho que cae por los juegos de un algodón de azúcar... y encima odio lo dulce —volvió a quejarse.

Jaemin soltó una pequeña risa y terminó abrazándolo, acariciando el pecho del castaño que se estremeció por las suaves manos.

— No te soy tan indiferente entonces, me basta con eso —sonrió alegre —. A mi no me molesta que la persona que me odia me folle duro cada vez que quiera, porque al fin y al cabo, es lo que quiero de tí.

— Antes te desagradaba —comentó Jeno.

— Es obvio que ya no.

— ¿Por qué?

— No lo sé —susurró —, ahora sólo puedo necesitarte. Para tí está mal, pero para mi no es malo necesitar a alguien, aunque nunca me había pasado antes. Estoy cansado de la mierda dulce que me rodea todos los días, y por eso me di cuenta que necesito a un limón que me brinde acidez para hacerlo más llevadero, ¿no estás de acuerdo?

— Para nada.

— ¿Sí sabes que mientras más horrible te portes más voy a pegarme a tí, no? —preguntó sonriendo. Cuando oyó el gruñido de Jeno, no pudo evitar sonreír con diversión.

falsa inocencia ♡ nomin ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora