O21 (T2)

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(editado)

No se sentía muy cómodo, en realidad, las ganas de levantarse e irse lo estaban asaltando con creces

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No se sentía muy cómodo, en realidad, las ganas de levantarse e irse lo estaban asaltando con creces.

Luego de días, ahí estaba otra vez en el comedor, entre todo el bullicio. ¿Es qué no podían comer en paz y callados la boca?

— Si no comes yo mismo te daré de comer —dijo Mark a su lado, viéndolo divertido mientras agarraba su caja de jugo.

Jeno sólo le dedicó una fría mirada, casi advirtiéndole con ella que pensaba cortarle la mano si la acercaba sólo un poco.

— Hazlo y te quedas manco —amenazó.

— Que humor —musitó devolviendo la vista y sus intenciones al almuerzo enfrente suyo.

El castaño miró su propia bandeja y se dio cuenta que en realidad no había comido nada, y eso que al ir a buscar su comida sentía que se la iba a devorar en un segundo, pero ahora, a pesar de seguir teniendo vacío el estómago, simplemente no habia caso que su cuerpo lo obligara a comer un poco.

Cuando pasaba eso, que era bastante seguido, Jaemin sentado a su lado sólo agarraba la bandeja y le daba de comer cómo si fuera un crío, y él le dedicaba una fea mirada pero el chico le sonreía y al final terminaba cediendo.
Ni siquiera se quejaba o reaccionaba a sus amenazas, sólo lo abrazaba o le daba un casto beso con burla, y solamente eso bastaba para que su expresión ácida o la amenaza se fueran a la mierda.

Mark quería hacer lo mismo... pero no se sentía igual de bien, quizá porqué con sólo una amenaza el menor ya no insistió más, incluso se quejó de su asqueroso humor.

— Me iré —fue lo único que dijo mientras se colocaba de pie.

El pelinegro lo miró desde su lugar y sólo asintió con una mejilla hinchada mientras masticaba.

Sí, Mark no tenía esa insistencia que lo hacía ceder al final, al menos no para otras cosas que Jeno catalogaría de "habituales", sacando el sexo, claro.

Salió del comedor y caminó por el pasillo totalmente desolado, pero en el momento que pasaba por la puerta de dirección, ésta se abrió y no evitó detenerse al ver a la mamá de Jaemin saliendo con unos papeles en la mano.

— Oh, Jeno —dijo sonriendo, ya no tan efusiva como esa vez que se lo encontraron en la entrada, hace ya cuatro días. Sí, llevaba cuatro días sintiéndose raro y totalmente desganado.

— Hola —saludó igual de cortés que siempre —. Uhm... ¿qué la trae por aquí? Creí que ya no vendría si Jaemin... —dijo, y enseguida se quedó callado.

Se conocía bien a sí mismo, y sabía que aquella pregunta sólo tenia la intención de oír algo del otro chico. Nada del otro mundo, sólo saber si había empezado sus nuevas clases... nada más.

falsa inocencia ♡ nomin ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora