❝𝐅𝐀𝐋𝐒𝐀 𝐈𝐍𝐎𝐂𝐄𝐍𝐂𝐈𝐀❞ ⎜ ❝Todos te ven como el adorable e inocente solecito, pero nadie sabe que te gusta gemir mi nombre mientras me montas y ruegas por mis marcas.❞
Jaemin es tierno y risueño con todos en el instituto, lo adoran y creen q...
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En cuanto Jaehyun abandonó el cuarto, el cuerpo del pelinegro fue sacudido por un escalofrio. Quería llorar, porque finalmente Jeno sabía de su mierda y ahora estaba en la habitacion con él sin decir palabra alguna, muy apacible.
— Sólo te voy a preguntar una cosa y espero que me digas la verdad —habló finalmente, tan frío que el morocho no lo soportó y algunas lagrimas salieron en silencio.
Le recordó tanto al Jeno de antes, y eso le dolió de una forma horrible. Pasó saliva y sorbió su nariz sin atreverse a levantar la mirada, esperando en silencio la pregunta.
— ¿Fue más de una vez?
Jeno estaba casi seguro de la respuesta, y no iba a demostrar que realmente le estaba doliendo, pero en el fondo, quería creer que Jaemin no le había visto la cara por mucho tiempo y que sólo había sido un descuido, un descontrol del momento o algo así... quería creer que realmente lo amaba.
No respondió, no quería causarle más daño, y tampoco quería acentuar la frialdad con la que le estaba hablando en ese momento. Se quedó callado, todavía viendo el suelo, tan avergonzado consigo mismo que lo unico que podia desear en ese momento era que la tierra se lo tragara vivo.
— Lo tomaré como un sí —dijo sonriendo sin humor.
— Lo siento… Dotori, perdon —murmuró por fin. Cuando alzó la mirada se encontró con los gélidos ojos del castaño.
Le dolia demasiado verlo de esa forma, era igual a como lo veia en el inicio, cuando lo odiaba y no lo quería cerca. Jaemin no quería eso, quería ver la mirada brillante y cálida, la sonrisa y la expresión amorosa que habia estado viendo en el ultimo tiempo. Era egoista por querer eso, no lo merecía, pero no podía evitarlo.
— ¿Perdón? —repitió con cierta mofa en la voz —, ¿por qué te disculpas, Jaemin? ¿Por hacer qué me enamorara de tí? ¿Por haberme engañado todo este tiempo? ¡¿Por qué mierda pides perdón?! —gritó finalmente, explotando de ira.
Quizá los empleados de la casa lo habían escuchado, pero le estaba importando una mierda.
Y entonces, el morocho por fin comenzó a llorar desconsolado. Se levantó bruscamente y no dudó en irse contra el castaño con la intención de abrazarlo entre temblores y sollozos que se le escapaban sin control, pero no alcanzó a tocarlo porque el contrario lo empujó casi con asco mientras apretaba los dientes.
— No intentes tocarme, nunca en tu puta vida vuelvas a intentarlo —espetó con odio.
— L-lo siento, por favor… de-deja de mirarme así —suplicó apenas.
— Vete a la mierda —fue lo unico que dijo antes de darse la vuelta con intención de irse de una jodida vez, pero rápidamente el morocho agarró su brazo con desesperación para detenerlo, y aunque el castaño intentó zafarse, no lo consiguió —, déjame, maldición —gruñó, y sin dudarlo le dio otro empujón para sacárselo de encima, cosa que logró.
