NO TODOS PIENSAN IGUAL

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Izuku había dejado de pensar por unos segundos cuando Katsuki le había dicho aquello, hasta que de la nada se empezó a reír con fuerza, tanta era su risa que sin poder evitarlo, sus ojos derramaron unas que otras lágrimas.

—¿Acaso dije algo gracioso, deku? — pregunto molesto el rubio al creer que su novio se estaba burlando de él.

— N-No, perdón Kacchan — dijo, mientras intentaba calmar su risa y limpiar las lágrimas que aún le salían de los ojos. — Es solo que eres tan lindo conmigo, en serio gracias —. Dijo antes de darle un tierno beso sobre los labios al rubio.

Ok, ahora Katsuki era quien estaba confundido, ¿Acaso deku pensó que lo que djjo fue una broma? Al parecer si porque el pecoso cambio de tema rápidamente.

— ¿Está bien la pizza Kacchan? O quieres comer otra cosa, aunque tendré que hacer algo rápido — susurro en un intento de recordar si Ochako hizo las compras que le tocaban ayer.

— ¿Acaso te desagrada que sea tu futuro esposo? —. Ante la mención del tema otra vez, Izuku se sintió incómodo por el echo de que él quería zanjar eso del prometido y así no joder su velada con su rubio, pero al parecer este se estaba empeñando en hacer las cosas al revés.

— Vamos Kacchan por favor, dejemos eso — pidió al ver que su aún no novio lo dejo de abrazar de la cintura mientras lo miraba seriamente.

— Me dijiste el nombre de tus futuros suegro y yo te dije el nombre de mis padres, ¿Por qué rayos no creíste lo que te dije? —.

—¡Porque simplemente es imposible! — grito ya harto de eso mientras se levantaba de las piernas de Katsuki y caminaba unos pasos lejos de este. — ¡Simplemente no puedo creer que quien me quito la virginidad fuera mi prometido!...¡¿Sabes lo ironico que sería que de quien quise huir, termino por follarme no solo una sino varias veces?¡...¿Sabes lo tonto que suena el echo de que sin conocerte te odie?...¿Que me gustaste la primera vez que te vi y que solo pensaba en pasar una vida a tu lado? Todo eso sin saber que tú eras de lo que yo huia y a la vez buscaba —. Dijo en un susurro mientras bajaba la mirada al suelo y apretada el borde del mandil que aún tenía puesto, en lo que su mente se perdía en todas las cosas que pasaron desde que conoció a Katsuki y en lo feliz que estaba de que esté le pidiera salir con él. Porque si, debía admitir que se enamoro de ese rubio gruñón.

Katsuki al ver el dilema y confusión del pecoso, dejo que este armara su telaraña de pensamientos, así como lo hizo él hace rato. Sabía que si Deku unía las piezas del rompecabezas llamado recuerdos, podría entender que todo lo que él dijo, fue verdad.

Así que cómodamente siguió comiendo su pizza mientras le ponía demasiada salsa para poder disfrutarla. Viendo de reojo como el pecoso había empezado a murmurar cientos de cosas que él no lograba entender, así como verlo caminar de un lado a otro.

Aunque no podía quejarse por ver esas bien torneadas piernas y ese culo totalmente expuesto solo para él. Así que si deku quería murmurar o maldecir una y otra vez, no importaba siempre y cuando él tuviera esa vista.

INCREDULIDAD... NEGACIÓN... CONFUSIÓN...TERROR...SHOCK...

Fue todo lo que sintió Izuku mientras hacía trabajar su mente al mil en un intento de comprender todo, hasta que su cabeza hizo ¡Puf! Y entendió que quien tenía enfrente era el viejo con el que su padre lo comprometió y no solo eso, sino que mostró su lado más pervertido no solo una sino varias veces en todo lo que llevaba de conocerlo.

Se supone que ese lado morboso y lleno de lujuria sería algo que jamás mostraría tan libremente a alguien que conocía a su padre más que nada por temor a ser chantajeado con eso en el futuro, aunque odiaba admitirlo, no era una persona muy demostrativa, siempre y cuando su cuerpo no tuviera éxtasis o alcohol de por medio.

Pero ahora la situación había cambiado, así que cuando llegó a la última fase aceptación y saber que a quien tenía enfrente era su prometido, se sonrojo tanto que no dudo en jalar lo más que podía el mandil, en un intento inútil de cubrir sus piernas y quizás, solo quizás, recoger un poco de su dignidad, una que la verdad hasta ese punto ya no tenía.

A Katsuki eso le pareció hasta tierno al ver la actitud de deku, aunque la verdad creyó que así como era de pervertido el pecoso, este se lanzaría a sus brazos en un intento desesperado de fundirse en un beso fogoso mientras ambos tenían sexo de ese salvaje y pasional, el mismo que tenían planeado hacer cuando Izuku salió a recibirlo con ese mandil y nada más.

Pero al parecer no todos reaccionaban igual ante una verdad, y eso era más que claro al ver que Izuku no dejaba de jalar el mandil y murmurar torpemente ante lo tonto que fue y la estupidez que hizo al decirle a Katsuki sobre sus fetiches y gustos en el sexo sin conocerlo del todo.

MI JODIDO COMPROMISODonde viven las historias. Descúbrelo ahora