En toda su vida, Katsuki jamás se sintió tan tranquilo y feliz en lo que recordaba de su existencia, y eso era algo de lo que ni él mismo se daba cuenta.
Pero si todas las personas que trabajan con él, ya que las miradas de los empleados no se centraba en que su jefe había repetido ropa una vez más, sino el echo de ver qué ese ceño fruncido había sido sustituido por una expresión relajada y una diminuta sonrisa de lado.
Las empleadas al verlo pasar a su lado, las hizo soltar uno que otro suspiro de enamoradas. Obvio que sabían que su jefe era un hombre sumamente atractivo, pero al verlo siempre enojado les era difícil abordarlo.
Katsuki en cambio iba de lo más distraído al estar pensando en un lindo pecoso y lo bien que se la paso con él en la mañana. Incluso llegó a pensar que tener una relación formal con Izuku no sería mala idea.
—Bro, oye bro —.
Kirishima había visto a su amigo en el pasillo, así que no dudo en correr hasta él y hablarle sobre su noche, pero al ver que este no respondió a lo que le estaba hablando, le tocó el brazo, logrando que Katsuki se girará pero con una expresión de sorpresa.
—¡Tranquilo hombre, soy yo! — dijo de inmediato en un intento de no ser golpeado.
— ¡No hagas eso, idiota! — soltó como si nada, demostrándole a Kirishima que no lo había escuchado a la primera.
— Quien es la afortunada —. "¿Eh?" Fue lo único que pudo soltar el rubio al no entender lo que su tonto amigo balbuceo — Realmente te tiene cacheteando la banqueta, ¿No es así? — soltó con burla en su voz, mientras codeaba levemente a su amigo.
— Deja de decir estupideces — gruño Katsuki al seguir caminando hasta su oficina, aunque no demostró su sorpresa de ver qué ya no estaba en el elevador, sino en el pasillo.
— Somos amigos, ¿Acaso no me piensas contar sobre lo que te paso anoche, que hoy te dejo muy feliz? — Kirishima seguía insistiendo en un intento de saber chisme nuevo.
— Que te hace pensar que es alguien, puede que solo haya amanecido bien —. Katsuki de inmediato frunció el ceño al ver que su tarado amigo se estaba riendo a carcajadas. —¡Deja de reírte o te pateó el culo! — amenazó sin más, en un intento de esconder su sonrojo de vergüenza y camuflajearlo con el de irá.
— Por favor bro, no te conocí ayer como para que no sepa que si traes la misma ropa de ayer, esos chupetones en tu cuello y esa sonrisa de satisfacción fue solo porque dormiste bien. Vamos cuéntame — dijo al entrar a la oficina de Katsuki y sentarse en el sofá de manera poco elegante.
El rubio sabía que ese idiota que tenía como amigo eh incluso hermano, era alguien testarudo cuando quería saber algo y no dejaba de joder hasta que su curiosidad fuera saciada. Así que resignado más que nada porque no quería echar a perder su felicidad tan rápido, soltó un gran suspiro antes de sentarse en su cómoda silla del escritorio.
—¿Recuerdas a Deku? — Kirishima ladeó un poco la cabeza al no dar con ese apodo, hasta que sus dos neuronas chocaron entre si y asintió con la cabeza.
— Él sexy conejito, amigo del bombón —. Katsuki frunció leve el entre cejo al escuchar el apodo que su amigo le dió a Izuku.
— Si, ese mismo. Bueno, lo que pasa es que ayer que fui al fin al antro a coger, me lo encontré por casualidad, una cosa llevo a la otra y terminé en su casa —.
— Entonces, si tienes esa sonrisa de victoria en tu rostro, es porque al fin pudiste tener la tan ansiada revancha, ¿Verdad? — al ver qué su amigo rubio asintió, entendió todo — ¡eso significa que regresaste a ser el semental de antes! — grito emocionado al ver cuantas cosas podían hacer juntos — y fíjate que ahora tengo dos nenas que uff, joder están para chuparlas toditas, ¿Te parece si nos organizamos y vamos a beber algo después de trabajar? —.
Katsuki no supo que decir a eso, ya que es cierto que su virilidad regreso mejor que nunca, gracias al descanso que se tomó, pero eso no significaba que pensaba tener sexo con cualquiera como antes, al menos no cuando "tenía" entre comillas algo con Izuku.
Pero antes de siquiera negarse, Kirishima ya no estaba en su oficina. Al parecer se perdió tanto en los contras que iba a haber si iba a esa cita, que no pudo reaccionar a tiempo.
Bueno, solo iría y ya, al fin y al cabo deku y él no formalizaban nada todavía, además esa experiencia le ayudaría a saber que estaba pasando por su vida.
Así que decidido y con eso en mente, empezó a trabajar.
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Su tarde había llegado de lo mas rápido, tenía demasiado trabajo y poco tiempo que las horas las sintió como si agua escurriera de sus manos. Y aunque se había saltado la comida y quizás la cena, no le importo, solo quería terminar todo eso antes de mañana.Hasta que un msj le llegó al celular, eso fue suficiente para que dejara su trabajo de lado y viera su teléfono, alzó su ceja al ver que era de Deku.
Por curiosidad solo bajo su pantalla y al ver que había dos fotos sin descargar y un audio, no dudo en entrar al chat y ver qué Izuku le mando dos muy comprometedoras imágenes de él mismo, uno con un traje de policía súper sexy y macana en mano, con una frase abajo que decía ....te voy a joder tan duro que hasta a tus abuelos lo sentirán. Obvio que Katsuki sabía a qué se refería, así que no pudo evitar sonreír de lado. La otra foto era igual de sensual que la anterior, pero está vez era de traje de colegiala con una diminuta falda negra con cuadros y una blusa blanca sin mangas y medias negras largas y abajo la frase .....Sensei por favor no me repruebe, haré lo que quiera.....
Trago saliva con dificultad al ver las hermosas piernas de su deku, así como la expresión de lujuria que el pecoso mostraba.
Reprodujo el audio y al hacerlo, un escalofrío placentero le recorrió por todo el cuerpo.
........hola mi vida, solo quería desearte una hermosa noche. ¿Te gustaron las fotos? Espero que si, me las tomé pensando en ti, cuando gustes puedes pasar a la casa y te prometo portarme muy pero muy bien....
Lo que dijo Izuku y con esa voz tan cargada de lujuria y sensualidad, hicieron que se levantará de su silla y caminara a paso rápido a la salida.
Ni loco pensaba desaprovechar todo lo que deku había echo para él, al parecer mañana tendría que repetir ropa una vez más, bueno, que más daba.
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MI JODIDO COMPROMISO
DiversosLa amabilidad se paga de muchas maneras, unas de manera buena y otras no tantas, al menos eso lo sabe Masaru Bakugou, quien por confiar en sus empleados de hace muchos años, estos le pagaron de una manera horrible. Le robaron una gran cantidad de di...