--𝓑𝓸𝓾𝓰𝓱𝓽 𝓵𝓸𝓿𝓮--

-38-

"—buenos días princesa

Me secuestraste—

—y tú ibas a robarme, yo lo llamaría prensar rápido"

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—no olvides comentar y votar⭐️—

5 días para la boda...

Cuando el despertador comenzó a soñar de repente, un gruñido salió del peli negro que cubrió su cabeza con su almohada. La rubia igual soltó un quejido pero se acercó a su mesa de noche para apagar aquel ruido tan molesto. Un suspiro salió de ella obligándose a no volver a caer en un sueño, tomó su celular y al ver la hora 7:02 am, entendió porque aún tenía sueño, pero sus ojos también se fueron a un mensaje de su madre de hace más de seis horas.

"Ya subimos al avión"

Una ligera sonrisa se formó y respondió su mensaje aún que sabía que seguían en el avión. Se dio vuelta para ver a jughead y soltar una risa al verlo con la almohada sobre la cara con su torso desnudo. Decidió dejarlo dormir unos minutos más pues había estado trabajando hasta tarde, salió de la cama y entró al baño donde hizo su rutina de limpieza facial y dental, después entró a la ducha para tomar un baño caliente ya que el verano había pasado y el frío en las mañanas ya estaba algo presente.

Al salir volvió a reír rodando los ojos pues aún estaba dormido y hasta pensaba que podía estar muerto, pero su mano reaccionó al contacto con la sábana lo cual indicaba lo contrario. Sacó su ropa interior y lo que iba a ponerse que eran unos jeans con una blusa sencilla más un suéter delgado para el frío cuando fueran por sus padres al aeropuerto.

—Por qué no me esperaste para bañarnos juntos?—soltó el peli negro medio dormido cuando escuchó el ruido de los cajones y después ver a la rubia en toalla.

—No quería despertarte—respondió dada vuelta mientras buscaba unos aretes que quería ponerse.

Jughead se puso de pie y se acercó en un silencio hasta la rubia. Cuando puso sus manos sobre su cintura sonrió como se exalto soltando una leve risa.

—No hagas eso—rió cerrando el cajón de su tocador.

—Hacer que?—preguntó para hacer de lado su pelo mojado descubriendo su cuello donde comenzó a dejar besos.

Betty cerró sus ojos dejando caer su cabeza a un lado mientras sentía los besos y pequeñas mordidas que hacía y sabía que eran su punto débil. Al llegar a sus clavículas sintió sus manos subir hasta el borde de la toalla donde esta estaba atorada para que no cayera, entonces soltó un quejido.

—Me acabo de bañar

—Pues te vuelvo a bañar si quieres—le murmuro al odio para jalar el pedazo de tela que cayó.

Un suspiro salió al sentir la piel caliente de el peli negro contra la suya erizándola y sintiendo como sus manos tocaban cada parte de ella de una manera tan delicada mientras el besaba sus hombros y cuello haciéndola sentir mariposas.

—Mis padres llegan en menos de dos horas jug—murmuró. De repente sintió su mano recorrer su abdomen hasta bajar a su intimidad abriendo sus labios haciéndola soltar un gemido—Dios...