--𝓑𝓸𝓾𝓰𝓱𝓽 𝓵𝓸𝓿𝓮--

-45-

"—buenos días princesa

Me secuestraste—

—y tú ibas a robarme, yo lo llamaría prensar rápido"

☯︎══════⦾══════☯︎
—no olvides comentar y votar⭐️—

8 horas para la boda...

El despertador sonó puntualmente a las seis de la mañana y fue apagado por Jughead que apenas podía abrir los ojos. Se sentó en el borde de su cama frotándose los ojos y su cabello desperezándose hasta que su cerebro le recordó que día era hoy. Una sonrisa tonta se formó en su rostro y cuando se dió vuelta para ver a la rubia que seguramente aún dormía, esta estaba vacía.

—¿Betty?—llamó con el ceño fruncido.

Se puso de pie y caminó al baño y vio que también estaba vacío. ¿En serio se había levantado más temprano que el? Y el que creía que estaba nervioso por la boda. Tomó una ducha y se vistió con unos simples jeans y una playera de algodón pues el equipo que lo arreglaría llegaría en alrededor de tres horas. Bajó a la cocina donde se encontró con Amanda que preparaba el desayuno.

—Buenos días señor Jones—saludó con una sonrisa algo emocionada yendo a servirle una taza de café.

—Buenos días Amanda—bostezo y tomó un sorbo del líquido caliente que lo terminó de despertar—¿Has visto a Betty?

La mujer pensó unos segundos y recordó.

—Salió con Verónica y su madre—asintió.

—¿Tan temprano?

Se encogió de hombros—no pregunte. Pero también sus padres llamaron y dijeron que estarían llegando en alrededor de una hora.

Asintió mientras se paraba llevado se su taza.

—Iré a dormir un rato más en lo que llega la señora de la casa—dijo divertido.

Rió—claro, le dire que lo levante con un balde de agua fría—bromeó.

La señaló—no le des ideas que créeme que lo hace.

Ambos rieron por última vez para que Jughead volviera a su habitación donde no planeaba precisamente dormir, se sentó en el sillón a ver su celular por si tenían algunos problemas en la empresa pero terminó cayendo en un sueño ligero.

Treinta minutos más tarde la puerta principal de la mansión se abrió y de esta entraron Verónica, Alice y Betty con algunas compras de principalmente comida que les había pedido Amanda y pocos accesorios que le faltaban a la morocha para este día. Entraron a la cocina encontrándose con Amanda que las miró con una sonrisa agradecida.

—Gracias, son unos soles—agradeció sacando una mermelada de una bolsa—esta es la favorita del señor Jones desde que es niño—comentó.

—¿Ya se despertó?—preguntó Betty levantando una ceja.

—Pues... lo hizo. Pero dijo que iría a tomar unos minutos más de sueño en lo que usted llegaba—dijo divertida.