--𝓑𝓸𝓾𝓰𝓱𝓽 𝓵𝓸𝓿𝓮--

-56-

"—buenos días princesa

Me secuestraste—

—y tú ibas a robarme, yo lo llamaría prensar rápido"

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—no olvides comentar y votar⭐️—

Decir la verdad o mantenerse callada aún era un dilema para Betty, después de confirmar que estaba embarazada era un hecho que en un momento la bomba detonaría en Jughead, era inevitable, y podía ser algo momentáneo y sin significado, o podría ser un momento realmente complicado que afectaría en su relación. Como sea, Betty se dijo a si misma que sería problema de «la Betty del futuro». La Betty de ahora estaba llegando a un hotel de lujo y admiraba cada vista que le dejaban ver las ventanas hacia el mar, ya casi podía sentir la arena en sus pies.

—Si Liam, le dije a Samantha que dejara los documentos en mi escritorio así que ahí deben de estar—aseguró Jughead que hablaba por teléfono con el castaño—Pues si no los encuentras pregúntaselo a ella, no es mi puto problema—dijo para colgar la llamada y mirar a la rubia que lo miraba con una ceja levantada.

—Dijiste que dejarías el trabajo de la empresa estos días—recordó llegando al mostrador donde se recargo.

—Nunca había dejado a Liam a cargo de la empresa por más de cinco horas—dijo sacando su identificación que se la tendió a la chica que le sonrió de una forma poco profesional pero el lo ignoró.

Betty a diferencia si lo notó. Pero tampoco dijo o hizo nada.

—Pues espero que Liam aprenda a hacerlo solo si no quiere que lo golpee en cuanto lo vea—aseguró sonriendo ampliamente.

Jughead negó riendo y le dio los datos de la reservación a la chica que seguía coqueteándole de una manera descarada.

—¿Jughead Jones cierto?—preguntó buscando en la computadora.

—Mhmm

—De acuerdo, ¿Su número de teléfono?

—Ya tienen mi numero de teléfono—respondió frunciendo el ceño.

—Pero yo no lo tengo.

Betty soltó una risa sarcástica desviando su mirada sin poder creer que la chica actuara como si no estuviera ahí. Lo peor es que era la tercera en el día, sin contar a la aeromoza que le ofreció café cinco veces en una hora.

En ese momento de ironía, la mirada de Betty se fue hacía un balcón que daba a una vista al atardecer que pasaría en menos de una hora. Sonrió y miró a Jughead y a la señorita que sin dejar de coquetearle, obviamente, le estaba diciendo que habían problemas con la habitación, al parecer no estaba lista y tendrían que cambiarlos lo cual AL PARECER se estaba complicando por la escasez de habitaciones. Y con intenciones de no querer seguir escuchando los comentarios de la chica, Betty se acercó a jughead pasando su mano por su espalda.

—Estaré en el balcón.

—¿Celosa Elizabet?—preguntó burlón en un tono bajo.

Betty sonrió falsa y quito su mano.

—Ya quiero ver que aguantes lo mismo—dijo sosteniendo su sonrisa para así golpear su hombro dos veces y darse vuelta para ir al gran balcón.