Amor Verdadero | οмєgανєяѕє

Capitulo 40

AMOR VERDADERO
OMEGAVERSE
BY ELI FROST
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Al día siguiente Taiyō se dirigió a su oficina de manera normal, dejando a Nisshoku a la escuela y el recoger a Hana.

Cuando llegó, noto que Tsuki aún no había llegado así que lo único que le quedó hacer fue esperar a que llegara.

Después de una hora, Tsuki, llegó junto con Tamashī. Al pasar unos minutos Tsuki se dirigió a la oficina de Taiyō, tocó la puerta y del otro lado de escucho la voz de Taiyō dándole el permiso para poder entrar.

–Buenos días señor Taiyō–Saludo al entrar–Quería hablar con usted para darle mi carta de renuncia–.

Mientras Tsuki decía todo eso su apariencia parecía haber cambiando, bueno, desde hace tiempo lo había notado Taiyō pero está vez era más notorio.

Además de que Tsuki trataba de no acercarse demasiado a el.

–¿Tu renuncia?–.

–Si, usted menciono que podría hacerla después de un mes en trabajar en su empresa y de hecho fue hasta más de un mes–.

–Pero Tsuki yo...–.

–Señor Yami, por favor–.

–Esta bien–Suspiro–Señor Yami ¿Está seguro de eso?–.

–Si, antes soportaba un poco el estar conviviendo contigo en el mismo lugar pero desde hace unas semanas me parece repugnante estar a su lado–.

Desde que había sucedido el accidente de Taiyō, Tsuki había evitado a Taiyō a toda costa y ahora que había pasado el mes en la empresa tenía la oportunidad de alejarse un poco de el.

–Aquí está mi carta–Dijo mientras le entregaba una hoja–.

–¿Seguro que quiere hacer eso?–.

–Si, estoy completamente seguro de ello–.

Taiyō solo bajo la mirada, dio un suspiro y dijo.

–Esta bien, si así lo quieres no me interpondre en tu camino–.

Tsuki le colocó la hoja en su escritorio y solo se fue sin decir nada.

Taiyō estaba con lo pelos en punta, para ser sinceros a Taiyō le agrada la idea de que Tsuki trabajará ahí porque sabía que podía ver todos los días a pero ahora sabiendo que se quería ir le causaba mucha rabia.

Aún que de alguna forma no podía obligarlo a qué se quedara y si así quería que fueran las cosas pues así serían.

La relación con Hana se había vuelto un poco más difícil, Taiyō había dejado de darle la atención que le tenía, aun que por una parte era comprensible porque estaba con los asunto de Nisshoku y el trabajo de la empresa pero Hana sentía que era demasiado.

Un día Taiyō decidió llevarla a cenar para compensar todo el tiempo que no había podido pasar con ella, y mientras Takayaku cuidaba de Nisshoku.

Al llegar y sentarse en la mesa que Taiyō había reservado, un mesero se les acercó para entregarles la carta y después de unos minutos comenzaron a ordenar.

Mientras esperaban sus platillos comenzaron a hablar.

–¿Cómo te ha ido con lo de Nisshoku?–Pregunto Hana–.

Taiyō ya le había mencionado lo que había pasado con Nisshoku, de que su madre biológica había aparecido y que ahora quería llevársela si embargo no le dijo que Tsuki era esa persona.