Él, un chico millonario cuyo futuro estaba perfectamente planeado, hasta que conoció a alguien e hizo que en una sola noche la vida de los dos cambiara para siempre.
Amándose y odiandose, retos y desafíos que tendrán que pasar para poder vivir a lad...
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Ya había pasado algunos días después de la noticia que había mencionado Tsuki acerca del bebé, ambos estaban muy feliz, pero en especial Taiyō, por fin había convencido a Tsuki de tenerlo y que ambos, como una pareja, lo pudieran criar dándole amor, educación, enseñanzas y todo lo mejor de ellos.
–Tsuki, ya basta, deja esa ropa, al rato yo la lavo tu necesitas descansar–Regaño a Tsuki–.
–Oye tranquilo, puedo hacer esto, no porque este embarazado no signifique que no haré nada en la casa–Respondió–Además solo llevo 7 semanas, no creo que eso le haga daño al bebé–.
–Es que.....encerio me preocupas, no quiero que nada te pase a ti, ni al bebé–Menciono, parándose atrás de Tsuki y dejando caer su cabeza en su espalda, mientras con sus manos lo abrazaba–.
Tsuki se volteo, le levantó la cabezo, lo acerco a él y le dio un beso.
–Nada me va a pasar ¿De acuerdo?–Dijo después del beso–.
Cuando Tsuki menciono eso volvió a voltearse para seguir lavando pero le fue imposible ya que en ese mismo momento sintió una ganas horribles de vomitar, obligándolo a ir al baño. Así estuvo por unos momentos hasta que salió del baño limpiándose la boca con papel y con algunas pequeñas lágrimas en sus ojos.
–¿Estás bien, Tsuki?–Pregunto Taiyō un poco preocupado–.
–Si, lo estoy, esto es normal, pero en verdad aún no me acostumbro–Respondió–.
–¿Acostumbrado?, ¿A qué te refieres?–Pregunto–.
–Si, antes de ir al hospital por tu accidente, una o dos semanas antes , ya había sentido náuseas y algunos mareos, creí que solo había comido algo en mal estado o que se me había bajado la presión pero no era eso–Respondió y luego río–Además ya se me estaba haciendo raro que eso durará tanto tiempo–.
–¿Y por que no me dijiste?–Volvió a preguntar–Hubiéramos ido al doctor–.
–No se, nunca me agradaron los hospitales y si fui contigo solo fue por ti–Menciono con un pequeño sonrojo en su cara–.
Ambos se rieron mientras se sentaban en el sillón de la sala, por un momento quedado así juntos, llenos de paz y tranquilidad, hasta cuándo Taiyō pregunto algo que aún le inquietaba un poco.
–¿Tsuki...?–.
–Si...–.
–¿Por qué decidiste en tener al bebé...?–Pregunto mientras lo mira a los ojos–.
