Él, un chico millonario cuyo futuro estaba perfectamente planeado, hasta que conoció a alguien e hizo que en una sola noche la vida de los dos cambiara para siempre.
Amándose y odiandose, retos y desafíos que tendrán que pasar para poder vivir a lad...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al día siguiente Tsuki se dirigió justo al cuarto de Taiyō como se lo había propuesto un día anterior, de alguna manera quería hacerlo sentir bien aún que su forma de expresarse no fuera muy buena.
–Buenas tardes señor Taiyō, ¿Le molesta si pasó?–Pregunto mientras tocaba la puerta–.
En ese momento Taiyō se dirigió a la puerta, la abrió de golpe y pregunto:
–¿Que quieres?–.
–Bueno, yo solo vine a disculparme, se que no es algo que yo haría pero sentí la necesidad de hacerlo. Creo que ayer dije algo que le molesto, aún que la verdad no estoy muy seguro de que fue–.
–¿Solo a eso viniste?–Pregunto algo confundido–.
–Si, mira ese día que llegó su padre y toda la familia Shizen hablo yo escuché todo lo que mencionaron–Algo avergonzado–No era mi intención escuchar pero–Fui interruptor por Taiyō–.
–Ya veo lo que sucede, tratas de burlarte de mi ¿No es así?, Solo porque estamos casi a punto de la quiebra, pero claro tu jamás entenderás algo asi–Empezo a hablar un poco fuerte y agitado–.
–Eso no es cierto señor–Tomo un respiro y con fuerza y claridad menciono–Tal vez usted no le importe pero yo viví algo similar, hace años mi madre jugaba juegos de apostar, ella nunca estaba en casa, yo cuidaba de mi mismo, no tuve padre ya que mi madre fue violada a la edad de 17 años pero ella no quiso abortarme o darme en adopción al parecer quería desahogarse con alguien en ese tiempo, un día cuando jugaba perdió el juego y debía mucho dinero, ella vendió todo lo que había en la casa, lo único que quedó fueron don mantas para dormir, por eso no pude terminar la universidad a mi debido tiempo, se que no le importa pero créame que yo sí se que se siente eso, esa tristeza de no tener nada y ver cómo tus cosas son vendidas para pagar algo que ni siquiera fue tu culpa–.
Al escuchar esto Taiyō se sintió algo ignorante, no menciono ninguna palabra y por un momento ambos quedaron en completo silencio sin decir nada.
–¿Y tú madre pudo pagar eso?–Pregunto Taiyō con curiosidad–.
–No, ella murió, antes de pagar la deuda, fue atropellada, después de eso yo me fui a vivir con un amigo pero no había tenido los recursos de dinero suficientes para terminar mi universidad, hasta que encontré un trabajo y luego este–Respondió de una manera directa y firme–.
–Encerio lo lamento–Declaro Taiyō y se recostó en su cama–Todo este asunto me tiene frustrado y siendo sincero nunca creí que eso le hubiera pasado a un empleado–.