Me tomo todas mis pastillas temprano, tuve que cambiar mi método anticonceptivo a tomar las pastillas diarias, ya que a cada nada se nos olvidaba el condón a Alejandro y a mí.
Me levanto más temprano que Milán, no quiero que me vea en todo el día de hoy, en años pasados los días de su cumpleaños me obligaba a estar pegada a ella todo el día, pero esta vez quería hacerlo diferente y tal vez me odie y me tire mil maldiciones por irme, me puse ropa deportiva para estar más cómoda y no creo ver a Alejandro hoy.
Escucho sonar mi teléfono y lo agarro rápido antes que Milán lo escuche y salgo de mi casa.
- Aló
- Oye, bipolar ¿ya vienes? Me estoy congelando el culo aquí- el tiempo de invierno ya empezaba y creo que fue mala idea citar a Mario en el Parque.
- Nos vemos en el café que queda del otro lado del parque ¿vale? Ya voy.- le cuelgo y me apresuro a verlo.
La cafetería no le queda al paso a Milán así que no me preocupa.
- Hola guapo- saludo a Mario sentándome alado de él.
- Bien ¿Qué tienes preparado?- me habla emocionado.
- Amm...pues...- no tenía ni puta idea, tal vez una cena.- debemos de esperar a Máximo.
- ¿Máximo? ¿para qué?
- Se la está follando, no dejare que se la folle de a gratis de algo nos debe de servir.
- Tienes razón, a ella le da el pito y a nosotros nos debe de dar la cartera.
- Exacto.- me rio, hasta que entra Máximo con sus típicos aires de grandeza y sonriéndole a todos, a veces siento que caga risas y alegría, ya veo porque se lleva tan bien con Milán.
- Cuñadita – me saluda con voz cantarina.
- Hola.- lo saludo.
- ¿Qué tal?- abraza a Mario y se sienta enfrente de mi.- ¿y bien? ¿para que soy bueno?
- Según Milán para follar.- se burla Mario.
- Cuando quieran comprobar me dicen.- bromea y nos detenemos un momento para pedir lo que queremos.
- No sé si lo sepas ya pero Milán cumple hoy- se pone pálido y deduje que no sabía.- menudo idiota.- me quejo dándole un golpe en la cabeza.
- Nunca me menciono nada.- se justifica
- Pues como te lo dirá si su conversación se resume en follar- lo reprende Mario.
- Porque así lo quiere ella.
- ¿Ah sí?- cruzo los brazos dejándolos en la mesa y entre cerrando los ojos, Mario copia mi acción esperando la respuesta de máximo.
- Bueno... quiero...- se veía pensativo, una media sonrisa se le formo en los labios y los ojos le brillaban.- esperen, no vine hablar de mi relación con Milán ¿para qué me hablaron?- Mario y yo nos incorporamos poniendo los ojos en blanco por la fallida misión de sacar la información.
- Queremos organizarle una cena a Milán, solo nosotros 6, algo sencillo.- se ríe Mario y lo volteo a ver- ¿Qué?
- ¿Cómo que una cena? No vamos a cenar.- voltea la mirada Máximo.- es Milán la que nos drogo, vamos hacer algo grande, no una simple cena, lo aburrido solo le queda a Isabella y Alejandro.
- Bien, solo ustedes díganme que hago y yo seré su hada madrina que se los cumpliré.- sonreímos complacidos por la respuesta de máximo y se me pasan miles de ideas en la cabeza.
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Lazos Rojos (en edición)
RomanceIsabella es una joven de 21 años, estudiante de derecho, que decide hacer un intercambio a New York, pero antes de llegar a su destino, conoce a Alejandro un importante abogado de New York, experto en demandas y mujeres, intercambiarán cada parte de...