Capitulo 11

903 35 9
                                    

¡Hola! - le hable mientras me acercaba lentamente a él, el solo se limitó a observarme de pies a cabeza - hola...- volví hablar tratando de llamar su atención.
Se aclara la voz un poco.

- aa...hola- recompone su postura tomando un poco de seriedad. - ¿lista?

-Claro, si, ¿nos vamos?- le digo nerviosa y apartando un poco mi vista, no estoy acostumbrada a salidas tan formales y menos con una persona que pone nerviosa a cualquiera; asintió y prosiguió a abrirme a la puerta, caminamos en silencio hasta el carro.

-¡Permíteme! - me  interrumpe en el intento de abrir la puerta, la verdad estaba tan embobada viendo el hermoso mercedes maybach s class, estaba actuando inconscientemente, esto era mucho para mí, no sabía cómo manejarme, iba en el camino en silencio observando la ciudad, la verdad que no me incomodaba el silencio, solo sentía como el me observaba en un dilema que no sabía que decir pero igual se limitaba a hablar.

-Mañana te vas ¿cierto?- habla interrumpiendo el silencio y llamando por completo mi atención.

-No, me voy el sábado, por algunos problemas tuve que cambiar mi vuelo.

-Ya están resueltos, supongo.- me dice y noto un poco de preocupación que se esforzaba en no querer hacerlo notar.

-Ya, mi papa se encargó en todo eso.-  le regalo una pequeña sonrisa, el solo asintió y aparto la mirada hacia la ventana de su lado.-¿puedo hacerte una pregunta?- me acomodo  un poco para que note que quiero toda su atención.

-Claro.

-¿Por qué me invitaste a este evento?- lo solté sin escrúpulos, sin vergüenza y con toda la curiosidad del mundo, observe como curveo un poco su cuerpo, acomodándose en el asiento, vi cómo se tensó un poco, como si decirme la verdad le dé pena.

-Pues quería una compañía esta noche...- contesta ocultando la mínima expresión en su rostro, carajo tengo que descubrir más de sus intenciones.

-Claro... sabes que hay personas que les pagan para ser acompañantes- digo con un tono sarcástico. Sí que me molestaba que se le cruce la idea de pensar que yo soy una más.

-No, me refiero a que quería que tú me acompañaras esta noches, sé que te gusta el arte y...- se detuvo un momento.

-Espera, tú como sabes eso de mí, si no te he contado esa parte de mi vida.- pero quien es este psicópata.

-Eres fácil de descifrar y leer, eres todo un libro abierto, se nota en cómo te fijas en todo con el mas mínimo detalle, te encanta observar tu alrededor en silencio como si examinaras y calificaras todo, limitándote a juzgar, tu mente abierta me ha dicho los tipos de libro que has leído y se cómo admiras las cosas nuevas aunque te frustra no saber todo, por eso eres tan curiosa y no te importa hacer cualquier cosa para obtener lo que quieres.- me habla seriamente, hablando como si diera una liberación de pruebas ante un juzgado, me había quedado muda, creí que yo hacía eso, como es que me conoce más que yo misma, sabe mis movimientos.

-Bien... nada mal con tus observaciones, aunque te faltaron partes, te diré algo, tú crees que tienes el control, por eso siempre buscas la ventaja en todo lo que ves, lo ves como una forma de dominar, sé que ese es tu punto débil, tal vez tu vez mi forma de actuar en todo, pero yo veo tus debilidades, solo te pediré una cosa, no trates de jugar conmigo, si vas a jugar, me encargare que juguemos juntos, solo dos opciones: me amas o me odias.- espeto con una sonrisa provocativa y calculadora, no porque él sea mayor y ya todo un profesionista pasara por encima de mí, detesto a este tipo de persona, que se aprovecha de su imagen y posición.

-Me agrada que me confirmes que no me equivoque contigo.- me dijo con una sonrisa dulce y verdadera, pero en sus ojos veía todo el deseo cargado, soy muy inestable emocional, llevo años luchando con eso, pero todo el trabajo de atrás, este hombre lo está descontrolando, no sé si odiarlo o amarlo, solo sé que me iré pronto, espero que no rompa mi trabajo en mi persona.

Lazos Rojos (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora