𝑐𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 19

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𝑒𝑙 𝑝𝑎𝑐𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑠𝑖𝑙𝑒𝑛𝑐𝑖𝑜

Marzo, 2020.

MAXIMUS

Teníamos un pacto.

El pacto decía que debíamos aguardar pacientemente y en silencio la recolección de pruebas o elementos que podrían incriminarnos de un modo u otro. El abogado le pidió un favor especial a Sebastian y Jude, quienes no habían participado, pero seguían en silencio para no perjudicarnos a los que sí causamos el desastre. Irvin estaba totalmente sumido en la estrategia, era el más convencido en mantener el trato porque sería el más perjudicado si este se rompía. Caleb lo seguía sin chistar, su familia estaba prácticamente en la ruina y la familia de Irvin se estaba encargando de sus gastos, así que no podía contrariarlo.

Luego estaba yo, sumido en un abismo donde me sentía la persona más miserable sobre el planeta tierra.

No soportaba la mirada de Jude porque evidenciaba lo lastimado que estaba. Lo oía cada noche llorar en su celda, contigua a la mía. A veces rechazaba la comida, tampoco quería salir al patio en los ratos libres, se la pasaba metido en la litera, solo se levantaba por obligación. De vez en cuando, intentaba hablar con él, pero no obtenía ningún tipo de respuesta. Supe entonces, que Luna tenía razón, él no aguantaría.

No merecía estar en esa situación.

Jude y yo siempre nos protegimos el uno al otro, a nuestra manera. Yo lo defendía y él se ocupaba de que no estuviera solo. Me integró a su familia como uno más, sus padres me trataban como a un hijo.

No podía permitir que siguiera formando parte de tal tortura.

Así que después de la primera visita de Luna, hice exactamente lo que le prometí.

Pedí declarar y rompí el pacto de silencio.

<<Jude y Sebastian no participaron. Ellos siguieron adelante y cuando se dieron cuenta de lo que hacíamos, nos pidieron que nos detuviéramos, pero ya era tarde. No los escuchamos. Seguimos. (...) Irvin estaba enloquecido. La furia... La furia a veces lo cegaba. Empezaba a golpear y no tenía fin.

Caleb estaba ahí, pero en realidad se ocupó de los otros dos... Ya sabe. Entonces uno de los chicos intentó detenerme y me hizo una puñalada. Se asustó, no lo sé y salió corriendo. Irvin seguía... Seguía golpeando a este chico... Julian. Le dije que ya basta, que teníamos que irnos. Y él... Lo golpeó en la cabeza. Le dio una patada.

Y nos fuimos>>.

El abogado se volvió loco. Dijo que desmoroné la estrategia, que arruiné todo su esfuerzo y trabajo. Lo escuché sin emitir palabra, comprendí su enfado, pero al menos, empecé a sentir un poco de paz.

Los inocentes quedarían fuera. Empezaba a haber justicia.

☾⋆⋆⋆☽

Jude me ofrece una mirada de compasión al pasar frente a mí celda. Es guiado por un policía, aunque le sacaron las esposas y está a punto de ser liberado. Detrás, pasa Sebastian en las mismas condiciones. Él ni siquiera se digna a mirarme, supongo que simplemente quiere dejar todo esto atrás.

Durante la tarde, tenemos permitido salir al patio de la cárcel. Un espacio al aire libre, pero con piso de cemento y rodeado de alambrados altísimos y electrificados. Permanezco apartado. Los demás convictos no se muestran precisamente amistosos y prefiero mantenerme lejos de los problemas.

Sin embargo, Irvin me sorprende al increparme, dándome empujones hasta acorralarme contra una pared.

—Imbécil de mierda —murmura, enfurecido.

Asuntos ilícitosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora