𝑙𝑎 𝑖𝑛𝑣𝑖𝑡𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛
Septiembre, 2015
LUNA
Un par de estudiantes aparecen corriendo, pasan por mi lado, se adelantan e intentan abrirse paso entre el resto. Lo hacen de una manera tan descuidada, que estoy a punto de gritarles que la próxima vez se fijen por donde caminan, cuando otro grupo aparece y atraviesa el pasillo de la misma forma. Atraviesan el umbral de la puerta para salir y dirigirse al patio.
Los murmullos y el griterío no tardan en llegar hasta mis oídos, entonces acelero el ritmo de caminar porque comprendo que algo está pasando.
En medio del patio, un montón de estudiantes se aglutinan rodeando a dos chicos que se están peleando. Me hago lugar hasta conseguir una vista precisa y reconozco a Maximus. La camiseta del uniforme está arruinada, los botones arrancados y el cuello estropeado, tan dañado que deja ver parte de su hombro. Pero como no podía ser de otra manera, Max va ganando. Sobre el piso está Irvin, un compañero nuevo que también hizo lo suyo, a pesar de estar perdiendo.
—¡Max! —grito, aunque sé que es en vano, dado que el chico no obedece a nadie más que a sí mismo—. La directora —le hago saber. La mujer se abre paso desde la puerta, metros atrás.
Busco a Jude con la mirada, esperando que podamos hacer algo, pero no lo encuentro. Así que me alejo, por orden de los profesores que también se acercan a detener el altercado.
Observo la secuencia, los separan unos de otros y ayudan a Irvin a levantarse del piso. Max no tuvo suficiente, todavía se remueve con agresión y busca reiniciar la pelea.
—¿Qué pasó? —pregunta Danielle, camina con prisa y su cabello rizado se mueve de un lado a otro—. No me digas que me perdí la acción —comenta, divertida.
—Llegaste justo para el final —me cruzo de brazos, observando al par con indignación.
Maximus tiene la particularidad de romper todo lo que está a su alcance. Y esa especialidad se potencia en el instituto. Desde jugar bromas a profesores, hasta entrometerse en peleas que ni siquiera le conciernen. Este año, comenzaron a amenazar con expulsarlo, pero termina apareciendo su padre y de un momento a otro la situación se calma.
Los directivos del instituto procuran ocuparse de los estudiantes problemáticos, aunque da la impresión que unos cientos de billetes lo solucionan todo.
—¿A quién crees que invitará para el baile de primavera? —curiosea la chica, manteniendo su mirada en Max—. Quisiera ir con él.
Largo una pequeña risa ahogada.
—No lo sé. En realidad, no creo que invite a nadie —me encojo de hombros.
Hasta el año pasado, asistíamos en grupos de amigos. Ahora, tenemos quince años y las cosas empezaron a cambiar. Danielle se la pasa hablándome de chicos lindos. Ellos, por su parte, empiezan a desarrollar otros intereses y ya no buscan simplemente molestarnos. Aunque el chico en cuestión siga disfrutando de hacerme gruñir. Además, sufrí un montón de cambios en mi cuerpo, pero los chicos, en general, siguen pareciéndome unos tontos.
—Bueno, Caleb me ha dicho que, en realidad, Max si tenía pensando invitar a alguien. Ojalá sea yo —finge un tono coqueto, haciéndome reír, aunque esa revelación se clava en mi cabeza como un misterio que necesito resolver.
A diferencia del resto de los chicos de su edad, Maximus aparenta un par de años más. Es alto y prácticamente, desde pequeño, todos los días dedica una gran parte del tiempo a los entrenamientos. El hecho de parecer más grande, ha logrado que chicas de último año se fijen en él y, por obvias razones, él prefiere fijarse en ellas. Claro, son más bonitas y tienen más experiencia que nosotras, o eso pretenden.
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Asuntos ilícitos
Mystery / Thriller❝El mundo ardía y yo, solo pensaba en estar contigo❞ ☾✰ Luna se preguntó por qué él lo hizo. Le dolía como el infierno. Pensó en los planes, el amor, la pasión y los secretos. En las personas que habían herido. Pensó en él. ¿Acaso lo que vivieron si...