—¿Quieren conocer el gimnasio? —preguntó el Hinata mayor.—¡Si!
—Vamos entonces, espero esté donde lo recuerdo. —rió suavemente.
Shoyo los guió hasta el gimnasio, al entrar notó que era exactamente igual a como lo recordaba. El almacén, el ambiente acogedor, todo era exactamente igual y grandioso ante sus ojos.
—Wow~ —exclamaron.
—Genial ¿verdad? aquí entrenarán a partir de ahora.
—Disculpen no pueden estar aquí.
—Ah lo sentimos, ya nos va...mos.
—¿Hinata...?
—Ukai-san...
—Volviste. —sonrió, no creyendo que aquel revoltoso había vuelto.
—Estoy de vuelta. —dijo con una gran sonrisa.
Definitivamente para el rubio aquella expresión era exactamente igual a cuando era pequeño.
—Papá ¿quién es?
—¿Son tus...hijos? —preguntó sorprendido Keishin.
—Si, chicos el es Ukai Keishin fue mi entrenador cuando estaba aquí.
—Un gusto. —saludó el mayor.
—Igualmente. —e hicieron una reverencia.
—Ya deben entrar a clase, los vendré a buscar en la tarde.
—Claro, adiós papá. —saludó en mayor.
—Nos vemos papá. —le siguió su hijo menor.
—Veo que te fue bien.
—Se puede decir...
—¿Qué te trae de vuelta?
—Divorcio —rió un poco ante la mueca incómoda del mayor—. Tranquilo Ukai-san estoy bien, fue algo mutuo.
—Entiendo.
—Bien debo irme, fue un gusto verlo otra vez entrenador.
—Pienso igual, espero verte pronto.
—Seguro lo hará. —sonrió y se fue.
Shoyo salió camino a la cafetería donde se vería con su antiguo senpai, mentiría si dijera que no estaba nervioso pero era momento de enfrentar su pasado y sus demonios. Podía confiar en Suga, era una persona que lo cuidó mucho en sus tres años de preparatoria.
Por suerte el lugar no era muy alejado de la preparatoria por lo que no sobrepensó demasiado las cosas, al entrar fue fácil reconocer ese particular cabello sólo que un poco más largo.—Suga-san. —llamó el más bajo con cuidado.
—Hinata... —rápidamente el peliblanco se levanto de su asiento para abrazar al que alguna vez fue su kohai— ¡¿Qué sucedió contigo?!, ¿por qué te alejaste?
—Lo lamento mucho...fue difícil para mi volver a Japón.
—¿Por qué? —preguntó soltandolo despacio.
—Le diré todo pero primero sentemosnos, estamos llamando mucho la atención. —sonrió de lado.
—Claro.
Por unos minutos hubo un incómodo silencio, Hinata intentaba desviar la mirada de la del mayor que parecía analizar cada centímetro de su ser. No había cambiado para nada, sabía perfectamente cuando algo ocurría. Un mesero se acercó a ellos y les entró una carta para que pidieran algo, en ese momento Suga habló.
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➪🅱︎🅰︎🅲︎🅺︎ 🅷︎🅾︎🅼︎🅴︎✈︎
FanfictionLos años pasaron, el equipo Karasuno que en su momento conquistó el corazón de tantas personas ahora son adultos hechos y derechos con su respectivas vidas hechas. Algunos mantuvieron contacto, la gran mayoría lo hizo, pero un pelinaranja en especia...