Había pasado aproximadamente una semana desde la feliz, e inesperada noticia, del nuevo integrante a la familia Hinata-Tsukishima y Shoyo estaba planeando una hermosa cena con todos sus amigos para dar el anuncio.Sus familias se habían enterado al día siguiente, no pudiendo esperar a decirles, fueron a parar en la casa de sus respectivas madres y claro que todo fue un mar de llanto y emoción al extremo. Por un lado la madre de Hinata no paraba de llorar junto a Natsu y abrazar a su hijo mayor, planeando desde ya todo lo del bebé. Por otro lado la mamá de Kei no se quedó atrás en ese aspecto, abrazando con gran fuerza a los futuros papás y organizando la fiesta del bebé.
Otro asunto a resolver solo lo había estado pensando el pelinaranja embarazado, ya que Kei es el padre de su futuro bebé, y el amor de su ahora nueva vida, ¿por qué no vivir juntos?. Se habían salteado muchos pasos, retroceder y cumplir uno de ellos no era una idea tan loca a su parecer, el problema era que debía consultarlo con sus hijos ya que después de todo esa era su casa también y la decisión era de todos por igual.
—Victor, Zami ¿podemos hablar un momento?
—Claro papá. —ambos se sentaron en la mesa junto al mayor.
—Quería comentarles algo, y ver si están de acuerdo, es importante para mí...
—Ya dilo. —insistió el gemelo menor.
—¿Qué les parece la idea de que Kei venga a vivir con nosotros? —esperó un momento a qué ambos respondieran pero los segundos pasaban y no salía una palabra de sus bocas— ¡Si es demasiado para ustedes lo entiendo! No quiero hacerlos sentir incómodos mis niños es solo que...sería lindo vivir todos juntos.
—Papá.
—¿Si?
—Estabamos esperando que nos preguntes eso. —habló primero Azami.
—Si te tardaste mucho a decir verdad. —le siguió Victor.
—Esperen ¿qué?
—Papá es obvio que quieres eso, están esperando un hijo juntos, y no nos molesta para nada que Kei-san esté por aquí.
—¿En verdad? —pequeñas lágrimas salían de sus lindos ojos.
—Las hormonas son una locura ¿no es cierto? —rió el mayor de sus hijos.
—Cállense y vengan aquí. —Shoyo abrazó a sus retoños con amor.
Y así, esa misma tarde Hinata le planteó su plan a su pareja el cual en un comienzo, como ya lo esperaba el más bajo, se negó rotundamente.
—¿Acaso no quieres vivir conmigo? —soltó lastimero Shoyo.
—¡No! No es eso cariño es solo...¿y si los gemelos no me quieren aquí? No quiero invadir su espacio. —soltó un suspiro frustrado acariciando las mejillas de su novio.
—Ya hablé con ellos.
—¿Ah sí?
—Están de acuerdo y muy felices de que vengas con nosotros, saben bien que te necesito mucho ahora.
—¿En verdad estás seguro que-
—Kei-san deje de hacer llorar a papá y diga que si.
—Azami-kun...
—Ya es parte de la familia no hace falta ser tan nervioso. —soltó divertido Victor.
—Está bien...acepto. —Shoyo saltó a los brazos del rubio más que feliz.
Luego de aceptar vivir juntos los siguientes tres días fueron de mudanza, no solo para llevas las cosas de Tsukishima a la casa Hinata sino que también hablar con la persona a la cual le alquilaba su departamento. Mucho papeleo estresante a perspectiva de Kei pero todo valió la pena cuando su primera noche allí durmió junto a su pareja, abrazados, y luego a la mañana siguiente despertó con un rico desayuno y risas por todos lados. Eran una familia por fin.
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➪🅱︎🅰︎🅲︎🅺︎ 🅷︎🅾︎🅼︎🅴︎✈︎
FanfictionLos años pasaron, el equipo Karasuno que en su momento conquistó el corazón de tantas personas ahora son adultos hechos y derechos con su respectivas vidas hechas. Algunos mantuvieron contacto, la gran mayoría lo hizo, pero un pelinaranja en especia...