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La cena había acabado y ahora cada uno se dirigía a su auto o tomaba un taxi para poder volver a casa y descansar luego de un día agotador. La gran mayoría de padres e hijos de Nekoma se habían ido ya que tenían un largo camino a su hogar por lo que los únicos que quedaban eran los de Karasuno, cabe aclarar que Masaki no se fue sin obtener el número de los gemelos, quienes ahora mismo recibían una reprenda por parte de Kenta. En especial Azami.
Shoyo salió un momento fuera para tomar aire, aún no podía creer que oficialmente todos sabían de su relación con Kei, aunque en realidad ni siquiera el podía crrerlo. Sonrió embobado ante el pensamiento.

—Te ves muy feliz Shoyo.

—¡Noya-san! no lo oí venir.

—Estoy esperando que nuestro taxi llegue.

—Ya veo.

Hubo un pequeño silencio, para nada incómodo pero ambos deseaban hablar más y el primero en hacerlo fue el pelinaranja.

—Sabe senpai...tengo miedo de esta felicidad.

—¿Por qué?

—¿Qué tal si no funciona? no creo estar listo para pasar otra desilución amorosa.

—Lo dices por tu ex matrimonio.

—Fueron muchos años y en tan poco tiempo se fue, me mudé de país para olvidar el dolor y logré enamorarme otra vez. No quiero que esto se arruine.

—Shoyo el amor siempre da miedo, y no es malo, pero no debes someterte a el porque eso es lo que terminará arruinando la relación. Creeme que Tsukishima te quiere mucho y tú lo quieres a él, solo debes confiar en que eso los mantendrá juntos.

—¿Y si no es suficiente?

—Entiendo el sufrimiento de una separación.

—¿Si?

—¿Acaso viste a la madre de Kaori conmigo en alguna reunión? —Hinata negó sorprendido ya que era verdad, no lo había notado hasta ahora—. Nos divorciamos cuando nuestro hijo era pequeño, claro que entendió porque lo hacíamos pero eso no quiere decir que no fue dificil.

—¿Qué sucedio?

—Nos concimos muy jovenes, a los dos meses de comenzar a salir nos casamos y luego tuvimos a Kaori pero...nos dimos cuenta que eramos demasiado diferentes. Ella amaba viajar, yo igual lo hago, pero deseaba que mi hijo tuviera una vida tranquila por lo que nuestras ideas chocaron demasiado y decidimos que lo mejor era separarnos.

—Lo siento mucho senpai...

—No te preocupes, fue lo mejor, y en realidad nos llevamos muy bien como amigos. Kaori decidió vivir conmigo algunos años después del divorcio ya que no quiere mucho a la pareja de su madre. —rió divertido.

—Me alegra saber eso, desearía poder decir lo mismo sobre mi ex esposo y yo.

—No todas las relaciones son iguales, yo tuve suerte, y tú la tienes ahora con Tsukishima.

—Es verdad...la tengo. —sonrió feliz.

—¡Oh mi taxi ya esta aquí. Kaori ya vamonos!

—¡Si, adiós Hinata-san!

—Bye bye~

—Recuerda Shoyo solo se feliz y no pienses en nada más. —el pelinaranja asintió con una sonrisa.

—¿Está todo bien? —preguntó Kei llegando junto a los gemelos y su sobrino.

—¡Si! ya vamonos a casa estoy cansado.

—Nosotros igual. —exclamaron los adolescentes haciendo reír al par de adultos.

El viaje a casa estuvo repleto de risas, era algo cotidiano para él debido a la personalidad de sus hijos y él pero había algo diferente en el ambiente. Algo dulce y cálido. Nishinoya tenía razón, si se preocupaba en lo que podría salir mal nunca disfrutaría la hermosa relación que estaba construyendo con Kei, lo mejor era pensar en positivo porque estaba seguro que sería muy feliz con aquel malhumorado rubio.