—Bien ¿y que piensas?—Dame un momento. —dijo atónito el rubio mayor.
—¡Deja esa cara de idiota!
—Es que nunca creí escuchar esas palabras de ti hermanito. —rió.
—¿Tan raro es? —refunfuñó.
—¿De ti? Por supuesto, te apuesto que mamá se desmayaría.
—Ni se te ocurra decir una palabra de esto.
—Tranquilo —habló levantando las manos—. Si te rechaza sería humillante que toda la familia lo supiera. —bromeó.
—Cállate idiota.
Suspiró, estaba por cometer una locura pero era la mejor de todas a su parecer. Kei no se caracterizaba por ser impulsivo, en realidad sobrepensaba todo, pero por primera vez no consultaría a su cerebro y si a su hermano.
—¿Qué tienes pensado?
—La verdad...no lo sé —suspiró— ¿Salir a cenar tal vez?
—Que básico.
—¿Qué tienes en mente experto en el amor? —dijo sarcástico.
—La cena me parece bien pero sería más especial si tu la hicieras.
—No le veo lo especial, ya hemos hecho eso.
—No si lo haces de sorpresa en su propia casa.
—¿Quieres que entre a su casa, sin permiso, y lo espere para darle una sorpresa?
—Exactamente. —sonrió.
—¿Te escuchas cuando dices las cosas o ni siquiera piensas?
—Muy gracioso —dijo molesto—. Me refiero a que hables con sus hijos y les pidas su llave.
—Definitivamente no piensas.
—Sabes que también debes hablar con ellos en algún momento ¿verdad?
—Si...pero no ahora.
—¿Acaso les tienes miedo? —dijo con una sonrisa divertida.
—¡Claro que no! —desvió la mirada—. Tal vez un poco.
—No se ven como malos chicos.
—No lo son pero...¿crees que se lo tomen a bien?
—Si quieren que su papá sea feliz estoy seguro que te aceptarán.
—Bien..seguiré tu tonto plan.
—No sé si sentirme bien u ofendido. —dijo confundido.
—Agradecido estaría bien —bromeó—. Bien ya me voy, tengo una cena que planear.
—¡Suerte!
Tsukishima salió de la cafetería camino al mercado para comprar las cosas necesarias. Luego iría a la preparatoria para hablar con los gemelos y rezar a todos los dioses existentes que no lo mandaran al diablo.
Era un paso importante, lo sabía, ya eran dos semanas desde desde habían admitido sus sentimientos. Intentó alejar aquel pensamiento, convenciendose que era demasiado pronto, pero el impulso de idiotes era más fuerte y, por una vez en la vida, podía darse el lujo de seguirlo.
Al acabar sus compras fue a su departamento, tal vez suene tonto en su cabeza y mucho más para su ego, pero se encontraba practicando sus palabras tanto para hablar con el par de hermanos como con Shoyo. Todo debía ser perfecto.
Las horas pasaron y el momento de ir a la preparatoria Karasuno llegó, tomó aire antes de salir de su casa y comenzó su camino. Era ahora o nunca.
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➪🅱︎🅰︎🅲︎🅺︎ 🅷︎🅾︎🅼︎🅴︎✈︎
FanfictionLos años pasaron, el equipo Karasuno que en su momento conquistó el corazón de tantas personas ahora son adultos hechos y derechos con su respectivas vidas hechas. Algunos mantuvieron contacto, la gran mayoría lo hizo, pero un pelinaranja en especia...