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—Iré un momento afuera.

—Pero ya lo estás. —dijo lo obvio el ojiazul.

—Me refiero un "afuera" donde no sea tu jardín tonto. —rió el pelinaranja.

—Oh claro, ve.

Shoyo salió un momento de la casa, no quería llorar más delante de su amigo. Respiró profundamente, sintiendo una increíble paz que venía acompañada de un pequeño dolor en en pecho.

—¿Hinata?

—Tsu-Tsukishima...creí que todos se habían ido ya. —dijo limpiando sus lágrimas lo más rápido posible.

—Hiro olvidó algo. ¿Pasó algo...?

—Por fin fui rechazado... —sonrió dolido—. A pesar de sentir paz...duele un poco.

El rubio no sabía como tomar eso, fue como un balde de agua fría que lo tomó desprevenido. Era malo consolando a las personas, a pesar de todos estos años eso fue algo que nunca aprendió. Y como hubiera deseado poder hacerlo en ese momento. Era malo para las palabras pero tal vez sus acciones sean menos torpes.
El rubio abrazó a Shoyo, con fuerza, tratando de transmitir seguridad.

—Lo siento... —fue lo único que logró decir.

—Eres un asco para estás cosas... —rió entrecortado—. Pero gracias por el intento... —dijo acomodándose en los brazos de Kei.

Estuvieron así por largos minutos, Tsukishima acariciaba la espalda de Hinata y esté de vez en cuando restregar su cabeza en el hombro del más alto. Las palabras sobraban, con aquel abrazo el rubio trasmitió perfectamente su mensaje y el pelinaranja se lo agradecía enormemente.

—¿Qué fue lo que pasó? —preguntó ya separados, a pesar de él no quererlo.

—Por fin dije lo que por tantos años oculté, me siento bien pero duele un poco. —rió con suavidad.

—Así que por fin le dijiste al Rey lo que sentías.

—Nunca mencione a Tobio...

—Por favor Hinata todos nos dimos cuenta, él era el único que no lo hacía. No nos metimos porque también sabíamos de-

—Que él estaba enamorado de Oikawa-san...sí, por eso me fui a Brasil.

—Espera creí que te habías ido por el vóley.

—Por parte pero...en realidad estaba huyendo de mis sentimientos por Tobio.

—¿Quieres ir mañana a cenar a mi departamento?

No era el momento perfecto pero ¿cuándo lo sería? era mejor ser rápido antes de arrepentirse por aquella petición loca.

—¿Qué?

—Eres irritante feliz, deprimido eres aún más fastidioso.

—¡Oye!

—Despejarte te hará bien, Hiro estará con sus padres así que...

—Iré.

—Prepararé la cena, sólo debes ir.

—Ni loco probaré tu comida.

—¡Soy buen cocinero! —se defendió Kei.

—Sólo lo haré si me dejas ayudarte. —sonrió.

—Pero estoy invitandote-

—Será más divertido~ por favor Tsukishima no seas amargado, estoy deprimido. —el pelinaranja implementó un puchero para causar compasión en su amigo.