Día dos.
-"Nolite procidens"- grita mi tía Bel, haciendo que un tronco lanzado de muy alto gracias a Boobie, deje de caer- ¿Lista? - asiento- ¡ahora!
Extiendo rápidamente mi mano repitiendo las palabras- "Nolite procidens"- el tronco cae igualmente, por lo que lo intento dos veces más hasta que queda quieto en el aire.
- ¡Lo logré! - celebro y mi tía me felicita.
-Bien, acompáñame por aquí.
Caminamos por el bosque hasta una pequeña cueva totalmente oscura y estando lo suficientemente dentro no se ve nada.
-"Incipit lucis modo"- escucho que recita a mi lado y seguidamente se ilumina toda la cueva- me mira con una sonrisa y sin bajar la mano dice- "minime honestum"- haciendo que todo vuelva a ser oscuro.
Me murmura un "inténtalo" a lo que obedezco levantando mi brazo.
-"Incipid lucis modo"- todo se ilumina, no puedo evitar sonreír con orgullo notando que lo logré al primer intento.
-Te diré sobrina mía, que el segundo hechizo que yo he lanzado funciona para cualquier otro, pues significa "revertir hechizo". Solamente hay dos excepciones, pero esas las verás más tarde. Ahora revierte el hechizo y vámonos.
Hago lo que me pide y, encendiendo una antorcha comenzamos el pequeño camino de vuelta.
Estando ya, en lo que yo llamo: castillo, decido ir a la biblioteca, he descubierto que está lleno de libros de magia, por lo que he decidido venir a estudiar lo suficiente. Paso unas dos horas aquí adentro entre libros, encantada por su aroma y por sus enseñanzas. No es hasta que llega mi tía a sentarse a mi lado que cierro el gigante libro y la observo.
-Sobrina mía- su semblante se nota serio-- Lo que pasó hace años fue traumante para ti, es por eso que accedí a que te borraran la memoria.
-He tenido sueños, en todos es la misma escena, inicia y finaliza exactamente en el mismo punto.
-Entiendo que sientas curiosidad de recordar, pero también sé que tienes miedo de hacerlo- se levanta de su asiento y baja la cabeza mirándome de nuevo-. El día que estés lista, solo dime.
- ¿Cómo lo sabré?
- Solo... lo sabrás. Ahora levántate- llama a Boobie- acompaña a Emma, debemos estar ahí antes de que anochezca.
Sigo al diminuto gnomo por el largo pasillo del castillo hasta llegar a la pequeña parte donde pasa de ser un increíble castillo gigantesco, a una pequeña y humilde casa, buen escondite debo decir.
Al salir de la casa me guía por el bosque a un lugar no muy lejos.
-Eso que veo..., ¿son unicornios?
-Efectivamente- hace una breve pausa- son la mayor fuente de transporte en nuestro mundo, al menos el segundo.
- ¿Cuál es el primero?
-Dragones- lo dice con tanta naturalidad, como si fuera lo más normal del mundo, supongo que para ellos lo es. Todo aquí es muy extremo e increíble.
Debido al asombro no me muevo, lo que hace que Boobie vuelva por mí, tome mi mano haciéndome caminar y salir de mi asombro.
- ¿A dónde me llevas? - pregunto con curiosidad.
-Yo no la transportaré a ninguna parte señorita- enarco una ceja y justo cuando voy a abrir mi boca para gesticular un "¿entonces quién?", lo aclara- él lo hará- con su mano señala al frente donde se encuentra un chico alto, piel blanca y ojos azules que me sonríe haciendo notar su perfecta dentadura.
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60 días antes de la guerra
FantasyEmma. Falta de memoria. Un mundo mágico. Una historia de amor. Ella siempre ha sentido que algo hacía falta en su vida, pero, ¿descubrirá pronto el por qué? Cosas que parecen fantasía, se pueden convertir en una realidad para ella.