Capítulo #19

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Día veinte

Doy saltitos de emoción al saber que hoy es el día, no lo puedo creer.

Me baño, elijo una blusa rápida, un jean cómodo y zapatillas deportivas. En la nota decía que debería llevar prendas cómodas.

Teletransportandome voy hacia la cocina dándole un susto a mamá y a mi madrina.

- ¡Hola! - saludo con entusiasmo, ellas me ven con diversión y luego devuelven el saludo.

- ¿Estás emocionada?

- ¡Claro que lo estoy! Es el arma que me ayudará a combatir a Ergonia de manera fácil- ellas me sonríen y concuerdan con ello.

De la emoción no tengo hambre, pero aun así, tomo un pedazo de torta y mientras me la como, salgo de casa despidiéndome con la boca llena. Casi corro todo el camino hacia el lugar de entrenamiento y al llegar, ya todos están allí esperándome. 

Mi padrino y Aarón son los primeros en saludar, luego vienen las chicas; de último, la tía me sonríe y le devuelvo el gesto antes de que me abrace. Todo es un ambiente muy cálido y la emoción es evindente en todos ellos. Desde que estoy aquí, es la primera vez que me siento más confiada en que podré vencer en esta lucha.

-Es hora- es lo que dice mi tía cuando se sepra del abrazo-, ahora, ponte al lado de ese árbol - me señala uno de los tantos, sin dudarlo yo lo hago- luego recita lo siguiente- y me da en un papel lo que debo decir, así que sin más ganas de espererar, lo recito casi de inmediato.

- "O superi, hodie vim meam peto, ut feras, elementa et omnia quae in bello adiuvant me vincant".

Pasan solo unos segundos cuando comienza mi piel erizarse, una sensación de poder me va subiendo por los huesos hasta llegar a mi cabeza; varios círculos de luz me comienzan a rodear y un viento de no sé dónde hace que mi pelo ondee, comienza a rodearme unas gotas de agua en forma de lluvia, pero sin llegar a mojarme, luego, del suelo unos granos de tierra me rodean el cuello sin llegar a tocarme y, por último, nuevamente del suelo, aparece un círculo de fuego que, a pesar de estar siendo tocado por el agua, no se apaga en ningún momento.

Comienzo a escuchar poco a poco sonidos de animales, como: lobos, leones, tigres... Luego imágenes me rodean sin sonido como: conejos, insectos y peces.

Poco a poco todo empieza a entrar a mí y de repente, todo se vuelve silencioso, pero la sensación de que algo está surgiendo sigue en mí, mis huesos siguen hormigueando por unos momentos más hasta que al fin termina calmándose todo totalmente.

-Y ahora, querida Emma, comencemos a practicar.

Mi sonrisa es amplia y me siento completa.

Muchos se van a hacer sus cosas, pero conmigo se quedan Aarón y padrino para comenzar entrenarme.

Empezamos por lo básico - al menos ellos dicen eso- que se trata de la transformación de animales.

-Bien Emma- dice Aarón- comencemos por el animal que conociste la primera vez que llegaste aquí luego de perseguir al pequeño gnomo- la sonrisa de complicidad que me comparte Aarón me hace sentir algo en el estómago, pero sin querer tomarle mucha importancia, sonrío emocionada antelo que estoy apunto de lograr. He leído mucho sobre las transformaciones y también he leído que los lobos son las primeras criaturas en las que las personas mágicas se transforman.

Me posicionan muy parecido a cómo se posicionan normalmente los boxeadores, solo que las manos están a mis lados y semiabiertas. Me explican que para todo lo que son transformaciones de animales, serían las mismas posiciones, pero lo que vienen a ser transformaciones de mi propio poder, debería investigar, me ayudarían, pero debería hacerlo sola porque ellos no saben hacerlo, a menos de  que consiguieran trasladar a una persona, pero de esto no me dice nada más y cambian el tema rápidamente.

Aarón se coloca al frente mío, repitiendo la pose y recita el siguiente conjuro:

"Vocato lupum intra me latet."

En cuestión de segundos, sus manos se van y aparecen patas de lobo, al igual que sus pies, su boca se alarga formando un hocico y sus ojos azules, se convierten en un amarillo intenso; finalmente, hay una luz que me hace cerrar los ojos, y, al abrirlos, ya es completamente un lobo.

Eso fue genial.

Mi padrino me explica, que ya transformada, me podré comunicar solamente con los lobos, no podré hablar con los humanos de manera normal hasta que vuelva a mi cuerpo natural.

–Ahora, hazlo.

Asiento con la cabeza, por la transformación de Aarón me salí de la posición que me habían explicado, pero la recuerdo bien, por lo que la retomo y recito las palabras que anteriormente dijo el lobo que está al frente mío.

Rápidamente, comienzo a sentir un cosquilleo por todo mi cuerpo y noto como todo lo que le sucedió anteriormente a Aarón, ahora me sucede a mí, la luz ahora se desprende de mi cuerpo y de un momento a otro, no puedo hablar mi idioma, más ahora, si me puedo comunicar con Aarón.

–¡Lo hiciste genial! Me siento orgulloso– esas palabras hacen que a mi cuerpo le recorra un sentimiento de calidez.

–¡Gracias! Es raro no poder hablar con palabras, ni siquiera sé cómo me estoy comunicando contigo.

–Bueno, Emma dilema, eso lo descubrirás cuando estudiemos junto con las transformaciones, el cambio de habla de una especie a otra– asiento y siento la cabeza más pesada, supongo que debo acostumbrarme– Ahora, volvamos a nuestra forma natural, solo debes cambiar la palabra "lupum" por la de "humanium"

Obedezco y de nuevo se presenta el hormigueo, para después de un abrir y cerrar de ojos, esté nuevamente en mi forma natural, veo como Aarón también lo hace y mi parte favorita, es cuando sus ojos vuelven a su azul natural.

Me quedo embobada viéndolo, él también me ve, es como si estuviéramos en una atmósfera en la que solo existimos nosotros dos.

Mi corazón late con fuerza y veo sus mejillas sonrojarse, eso me parece tierno. Estoy a nada de caminar hacia él, pero mi padrino nos dice que debemos seguir practicando, por lo que rompe nuestro momento.

***

Luego de unas largas horas de estar practicando con ellos, llego a mi casa exhausta y caigo en mi cama dispuesta a dormir un par de horas, por supuesto que mi grandiosa familia, no me lo concede.

Mi pequeño hermano entra a mi habitación gritando mi nombre y saltando encima de mí, repitiendo la palabra "juego" una y otra vez; detrás de él, entra una efusiva madrina que emocionada me pregunta cómo me fue; luego entra mi padrino que recién se duchó, dado que llegó un poco antes que yo; le sigue mi madre sonriendo de oreja a oreja, un Aarón que me mira divertido; y de último, un Jared que viene con muchas golosinas, una mesa volando tras de él, y tras la mesa, muchos trastos donde posteriormente pone todos los dulces acomodados, con magia, por supuesto, porque es un joven muy perezoso.

Me causa diversión que todos se pongan cómodos, preparados a pasar un gran tiempo en mi habitación, y conociendo como son todos ellos, sé que será así.

Aarón me pasa una golosina llamada "el corazón mágico", el cual se ha convertido en mi favorito estos días y, a lo que sé, era mi favorito en la antigüedad.

El chocolate, al abrir el envoltorio, sale una luz mágica roja que forma un corazón en el aire, posterior a eso, sale por sí solo el chocolate y se dirige a la persona que le abrió, le pone un nombre en su mente y termina por quedar quieto en el aire, dispuesto a que lo comas.

Es la cuarta vez que lo pruebo y la cuarta vez que el nombre que me da es el de Aarón, esto hace que mi corazón comience a ir más rápido y me sonroje, le doy una mirada rápida a Aarón y él me ve con curiosidad, pero no pregunta nada.

Decido ignorarlo por el momento y seguir la conversación.

Pasamos una tarde divertida en mi habitación donde les cuento mi experiencia, jugamos con el pequeño Allan, comemos y simplemente, pasamos el momento dejando así un gran recuerdo de ese día.

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60 días antes de la guerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora