Día diez.
Emma
Hoy llegan mis padrinos, por lo que estoy con mamá y Aarón acomodando la habitación.
Estoy un poco ansiosa y nerviosa, pero ellos tratan de tranquilizarme diciendo que les caeré de maravilla.
En este momento, estoy alistando la cama matrimonial del cuarto de invitados, mamá está limpiando la habitación y Aarón está colgando unos cuadros en las paredes.
-Terminé por aquí- dice él, yo coloco fundas a las almohadas para luego ponerlas en su lugar y me incorporo.
-Yo también por aquí.
-Bien, sigan acomodando la ropa y cuando terminan, comiencen la de Allan, ya les iré a ayudar.
-Sin prisa ma.
Salimos de la habitación de invitados y vamos a la mía, saco la maleta que esta debajo de mi cama y luego me siento en el suelo.
Ayer terminamos de sacar todo del guardarropa y seleccionamos las prendas que aún podía usar y las que iba a donar-porque en el mundo mágico también existe la pobreza, triste, lo sé-, así que hoy toca guardar la ropa de las dos maletas.
-Bien, ahora será más rápido porque es solo acomodar, así que, manos a la obra-dice Aarón, le sonrío y asiento.
Pasamos una larga media hora concentrados en terminar, pero luego de un tiempo nos aburrimos de la manera normal y comenzamos a utilizar magia, Aarón se encarga de doblar las prendas y yo de acomodarlas. De un chasquido enciendo un parlante y de otro pongo música a todo volumen para animar el ambiente, finalmente terminamos y al cerrar la puerta del guardarropa veo una caja encima del mismo, me da mucha curiosidad saber qué es.
Al ser de baja estatura, no llego, así que me ayudo por los estantes del guardarropa abriendo nuevamente la puerta.
- ¿Qué haces Emma? Te vas a caer.
-No te preocupes, lo tengo controlado.
Logro alcanzar la caja, pero siento que me voy a caer, así que me sostengo, pero de la caja, así que de igual manera caigo.
Espero sentir el golpe, pero en vez de eso, caigo en los brazos de Aarón.
La caja está en el suelo y por el impactó se abrió, regando su contenido, le escucho reír, lo miro con ojos entrecerrados.
-Pase lo que pase, siempre serás Emma dilema.
-Eso parece- le respondo ahora riendo.
Él continúa riendo, pero de repente se queda callado e incluso parece nervioso. Sigo su mirada encontrándome con la caja en el suelo, muchas bolitas blancas por todo el suelo y lo que parecen más portarretratos con fotos en ellos.
Trato de bajar, pero Aarón me sostiene un poco más fuerte para que no lo logre, lo miro extrañada.
-Déjame bajar...
-Mejor dejemos esas fotos allí, no son cosas interesantes.
-Pero me da curiosidad, quiero...
-Es mejor que no, porque luego ves algo que...
- ¡Chicos! ¿Qué es este desastre? – aparece mamá de repente y nos sobresaltamos.
-Perdona ma, es que me caí tirándola al suelo- finalmente mis pies tocan el suelo, ella ve la caja y abre sus ojos- ya la recogeré...
- ¡No! – prácticamente gritan al unísono y enarco una ceja- necesito que me vengas a ayudar en algo, deja que Aarón se encargue de esto.
- ¿No es mucha molestia para ti? – miro al muchacho de ojos azules junto a mí, que luce muy pálido, niega en respuesta, así que le dejo. Todo me parece muy extraño, pero no menciono nada.
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60 días antes de la guerra
FantasyEmma. Falta de memoria. Un mundo mágico. Una historia de amor. Ella siempre ha sentido que algo hacía falta en su vida, pero, ¿descubrirá pronto el por qué? Cosas que parecen fantasía, se pueden convertir en una realidad para ella.