Capítulo #7

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Día ocho.

Aarón

- ¿Y si vamos a su "reino"? – hago comillas con mis dedos, estamos en una reunión del consejo urgente debido a recientes ataques.

-Imposible, el ejército de los Excruts es demasiado poderoso, no podríamos ir, al menos no aún. Emma debe entrenar más, aún no está totalmente lista.

- ¿Y si recupera la memoria? Haría las cosas más fáciles, no estaríamos perdiendo tiempo- pregunta Adela, yo ruedo mis ojos.

- ¿Acaso piensas lo que eso conlleva? Estaría llorando todo el rato, uy no, que horror- Ahora, esa es Adele, su gemela. Una peor que la otra.

Ellas no deberían ser parte del consejo, pero debido a que sus padres decidieron cederles el puesto para ellos dedicarse a otras cosas, quedaron aquí.

Hay muchas veces-como ahora- que de verdad las odio.

- ¿Pueden dejarla en paz? Ya quisieran estar en su lugar.

-Oh, que tierno, el novio salió en defensa.

Voy a responder, pero Beatriz interfiere.

-Suficiente, debemos resolver esto.

Luego de una larga reunión salimos de allí, después de lo que pasó, tomé una responsabilidad muy grande, la del padre de Emma y no es nada fácil.

Voy por un Unicornio, quiero relajarme y volar en uno, es la mejor manera de hacerlo.

Tomo a Max y lo llevo hacia el lugar de despegue, seguidamente, alzo vuelo.

En el mundo mágico hay muchos lugares hermosos, pero este, es increíble, al menos a mí me lo parece así.

Hace un tiempo iba volando al igual que hoy, en unicornio y hubo un lugar que me llamó mucho la atención.

Al descender me encontré con un lugar hermoso donde los grandes árboles ocultan el río, pero su sonido lo delata, me dio paz desde el primer momento y decidí construir una hermosa banca, desde allí es mi lugar favorito en el mundo.

Siempre que vengo aquí, es para pensar.

Se acerca un tiempo difícil, uno que solo lograremos pasar solo si estamos todos juntos.

Me masajeo el cuello y luego enfoco mi mirada en la media luna que brilla en un cielo oscuro totalmente despejado.

Mis pensamientos caen en Emma, es imposible no hacerlo.

Últimamente se siente más cercana y me pregunto si ella siente lo mismo a pesar de...

Quiero alejar esos pensamientos, no puedo ilusionarme al pensar siquiera que todo podría volver cuando ella recupere la memoria.

Bufo en frustración y pongo la mano en mi cara, echando mi cabeza hacia atrás.

Algunos me han pedido que deje de esperar, ya es bastante luego de dos años, pero es mucho más fácil decirlo que hacerlo, más ahora que ha vuelto.

Y es que, tan solo el recuerdo de su sonrisa, me hace sonreír a mí.

Quito mis manos de mi cara y el recuerdo de ella apoyando su cabeza en mi espalda llega, haciendo que mi sonrisa vuelva nuevamente.

Me traes loco, Emma dilema...

***

Día nueve.

-¡No, cuidado! – la escucho gritar y me tiro al suelo riendo, ella se sonroja, apenada.

Me levanto aun riendo ante la torpeza de ella.

60 días antes de la guerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora