Día treinta.
Emma
Hoy es el día en el que he estado más nerviosa desde que llegué aquí, pues es el día de mi examen y debo pasarlo por si la situación del día de la guerra se sale de control.
Estoy temblando, pero mi madre se encarga de tranquilizarme mientras esperamos a que mi tía me llame de uno de sus despachos en el castillo, el cual tiene una puerta normal y sillas de espera afuera.
Todo en esta parte del castillo, se ve muy "cotidiano" si a mundo sin magia se refiere.
Primero es momento de hacer la parte escrita del examen que son historias, como la de los Excruts y el lago del anillo, luego vienen preguntas de hechizos y así. Para la parte física según tengo entendido, se llevará a cabo en la zona que se utiliza para entrenar, supongo que iremos caminando allí y luego comenzaremos con ella. Esta trata de peleas mágicas y transformaciones, pero según he escuchado, cada examen es personalizado, así que nunca se sabe qué le saldrá a cada persona.
Pasados unos cinco minutos, finalmente veo salir a uno de los niños que hacen el examen este año y seguidamente me llaman a mí. Respiro hondo y me levanto de la silla, mi madre me desea suerte y camino hacia la oficina.
En el lugar está el escritorio de la Tía y justo al frente una mesita con una silla, en la mesa, Bobbie está poniendo unas hojas que supongo son el examen y me sonríe.
–Adelante querida, es hora de iniciar tu examen.
En silencio me acerco y justo en el momento en el que me siento en la silla, un recuerdo se instala en mi mente, es en este mismo lugar justo al iniciar el examen, me encontraba menos nerviosa que ahora y las preguntas son las mismas, pero quitándoles una dificultad a base en mi edad de ese momento.
–¿Emma, te encuentras bien?
–Sí, lo siento, son solo los nervios.
–Bien comienza en tres, dos uno, ya. Tienes treinta minutos para resolver la parte escrita.
Sin decir más, comienzo a responder mi examen. Las preguntas son muy fáciles a mi parecer, dado que todas las contesto con una seguridad muy grande, las respuestas salen de mí de manera casi automática, y el recuerdo de la vez que estuve respondiendo el examen está latente en mi mente.
En unos veinte minutos tengo el examen escrito completamente respondido, y al entregarlo me ven con una mezcla de orgullo y asombro.
–Bien Emma, es momento de la parte decisiva, y para ello, debemos ir al campo de entrenamiento– dice la tía dirigiéndose a la pared del fondo, la cual al darle unos cuantos toques, se abre un pasillo al que lo iluminan unas cuantas antorchas, yo me levanto de la silla, al acercarme noto que es un pasillo de paredes de ladrillo y piso de adoquines.
Bobbie se acerca a la mesa y toma el examen que anteriormente dejé para comenzar con la revisión que corresponde a un veinte por ciento de la evaluación final.
Él me desea suerte y yo le agradezco para luego seguir a mí tía por esta especie de túnel, el cual descubro, lleva al lugar de entrenamiento y ahí es cuando entiendo el cómo ella se aparecía de la nada en mis entrenamientos algunas veces.
El lugar se encuentra distinto, pues donde normalmente es un campo vacío, hoy tiene un cubículo en medio.
–Allí dentro te encontrarás con varias pruebas, yo te veré desde fuera con esta bola de cristal y si se te complica, que no creo, podré hablarte para darte una pista– yo asiento– Aarón se encuentra dentro por si terminas lastimada– supongo que lo dice para tranquilizarme y funciona, me siento más relajada.
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60 días antes de la guerra
FantasyEmma. Falta de memoria. Un mundo mágico. Una historia de amor. Ella siempre ha sentido que algo hacía falta en su vida, pero, ¿descubrirá pronto el por qué? Cosas que parecen fantasía, se pueden convertir en una realidad para ella.