Día quince.
-Bueno, me alegra que ya no estés gruñón.
Él ríe ligeramente.
-Bien, ya hoy amanecí extrañamente recuperado- me mira con sospecha, pero no dice nada.
-Eso es un alivio- sonrío sabiendo la pócima que le di ayer en la fiesta.
Ríe nuevamente de manera ronca.
-Entonces, sigamos- dice él y rápidamente me escondo tras un árbol-. En tres, dos, uno... ¡Ya!
Salimos ambos del escondite y comenzamos a lanzar hechizos inofensivos.
Estamos practicando mi puntería que realmente es mala, llevamos dos horas aquí donde yo solo he dado tres golpes, y él ya ni llevo la cuenta.
Ninguno sale lastimado, son solo roces que se lanzan pensando la palabra "scabere"
- ¡Cuatro!
- ¡Lo lograste!
Estoy dando saltitos de emoción y cuando se acerca lo abrazo eufórica, él lo corresponde.
-Obvio te falta mucho- dice al soltarme- pero por hoy es suficiente- mira su reloj- además, es tarde, debemos irnos.
- ¡Es verdad!
Caminamos muy cerca uno del otro, y nos dirigimos hasta mi casa.
- ¿Por qué hacemos esta caminata tan larga si podemos teletransportarnos?
-Porque son distancias muy largas, quedaríamos debilitados.
-Comprendo- digo pensativa, pero no hablo más hasta llegar a casa- es un alivio que aquí si lo podré hacer- digo antes de desaparecer en la entrada de casa para aparecer en mi cuarto, él aparece unos segundos después de mí riendo.
-Eres muy perezosa, niña.
- ¡Claro que no!, solo estoy cansada.
-Claro, claro, lo que digas.
***
No sé cómo, ni cuándo, pero me quedé dormida y, cuando despierto: mi madre, junto con la de Aarón y él se encuentran en la cocina.
- ¡Hola mamá! - me teletransporto a Aarón- ¡Hola Aarón! - me teletransporto a la madre de Aarón- ¡Hola Lucía! - sigo haciendo esto un poco más y segundos después Aarón se une a mí.
-Deja de hacer eso Emma, es molesto.
-Debo practicar, mamá, además, es divertido, ¿cierto Aarón?
-Lo es- responde para luego desaparecer y aparecer al lado de Lucía dándole un beso en la mejilla.
-Ustedes- nos señala- son insoportables juntos- pero luego sonríe cuando su hijo la abraza.
Él vuelve a desaparecer, pero ahora apareciendo tras de mí asustándome, lo que me hace gritar y luego reír.
Se coloca a mi lado y pasa su brazo por mis hombros, un sentimiento de familiaridad me recorre el cuerpo.
- ¿Y bien, ¿Cuál es el plan?
-Vamos al río, tengo que controlar el agua.
-Claro cari... -se corta en seco- Emma dilema- le sonrío, pero me queda la sensación de que me iba a decir algo más- bien, vamos, que se hace muy tarde.
El río no está muy largo por lo que nos llevamos veinte minutos en llegar.
- ¡Hola Emma! - Saluda la Tía Bel con una sonrisa.
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60 días antes de la guerra
FantasyEmma. Falta de memoria. Un mundo mágico. Una historia de amor. Ella siempre ha sentido que algo hacía falta en su vida, pero, ¿descubrirá pronto el por qué? Cosas que parecen fantasía, se pueden convertir en una realidad para ella.