Capítulo #27

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Emma

Día treinta y nueve.

Es día de entrenamiento, estos días han sido únicamente con Jared, pues Aarón ha estado en recuperación tras el encuentro que tuvimos con Ergonia, pero aun así lo agradezco, sigo furiosa con él, la vez que fui a verlo se tornó distante nuevamente conmigo. Hoy en teoría vuelve a retomar sus actividades y, estuve dudando de que se apareciera por aquí, pero sorprendentemente lo veo acercarse a nosotros.

Inmediatamente me pongo nerviosa e incómoda. La última vez que lo vi me habló feo y aunque trató de disculparse al momento, me fui de su casa algo decepcionada. Pensé que luego de la última vez, esto no volvería a pasar, supongo que le creí de nuevo.

Su sonrisa se hace presente al llegar donde nosotros y recuerdo justo ese momento, por lo que una punzada se hace presente en mi estómago y hago una mueca, pero la quito casi de inmediato.

Él saluda energéticamente y yo solo le doy un intento de sonrisa. El entrenamiento de hoy es para repasar, pues las chicas han estado un poco perdidas de los últimos entrenamientos, al igual que él y los nuevos, deben de nivelarse con nosotros.

–¡Ey, Jared!, ¿qué tenemos para hoy? –pregunta con entusiasmo y evadiéndome notablemente.

–Según lo planeado, yo debo de ir con Abril, Adah con Bastián, Caspián y Gaspar juntos, y tú, irás con Emma.

–Yo no... sé si es la mejor distribución ahorita mismo, podemos cambiar algunas parejas– comienza a decir y me ve de reojo.

–¿Saben qué? yo mejor me voy, no estoy de ánimos– le miro sin creer que me rechace de manera tan atroz y me haga a un lado, ingenuamente pensé que tendríamos algo especial, pero simplemente no puedo más con esta situación y el hecho de que sin haberle hecho nada malo me haga a un lado como su peor enemiga, simplemente me duele.

–Pero, ¿y el entrenamiento? –dice Jared, preocupado.

–No lo necesito, y, al parecer, están mejor sin mí– digo viendo a Aarón una última vez con ojos llorosos y doy media vuelta para irme, pero antes de teletransportarme lejos escucho un:

–Aarón– por parte de Jared, con un tono de reprensión.

Corro hacia alguna dirección sin rumbo y termino convirtiéndome en ave fénix, de una manera que hace poco aprendí, pues al ir corriendo, digo las palabras en mi mente y de inmediato salgo hacia arriba volando. Se llama transformación express y se suele utilizar en situaciones de emergencia, esta lo es, para mí.

Doy unas cuantas vueltas en el aire y me posiciono en la cima de un árbol observando el panorama. Desde donde estoy veo el lugar de entrenamiento, pero todos siguen en sus cosas. Me transformo en mi forma natural y me siento en una de las ramas del árbol. Realmente me encuentro muy alto y logro ver montañas y ríos.

A lo lejos, Aarón y Jared parecen discutir y es entonces, cuando ocurre lo más inesperado, Jared le da una bofetada a Aarón y luego le sacude un poco mientras le dice algo, este levanta una ceja y se suelta del agarre al que lo tiene sometido mi mejor amigo, para luego responderle algo.

Yo decido ir a casa, por lo que, nuevamente me vuelvo a transformar en fénix y me voy. Entro por la ventana abierta y vuelvo a mi forma natural para luego cerrar la puerta.

Me acuesto boca arriba en mi cama y comienzo a pensar en todos los hechos que han sucedido en mi vida estos últimos días y me parece surrealista todo lo que ha cambiado en tan poco tiempo.

Observo mi habitación y todo parece tan natural, pero luego, al ver por la ventana de pronto puede pasar un unicornio o un dragón volando.

Luego pienso en Aarón, todo lo que hemos pasado desde que llegué y la manera en la que me veía desde el primer día. El día en que nos besamos realmente llegué a pensar que llegaríamos a ser algo serio, que llegaríamos lejos como pareja. En la pared que está al frente de mi cama, se encuentran todas las fotos que tengo con él, e intento contener mis lágrimas.

60 días antes de la guerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora