tres

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Narra Gala.

Me despierto como una montaña rusa, mis sentimientos no paran de subir y bajar parece que estoy en un parque de atracciones, de repente estoy muy feliz y paso a estar triste y con miedo.

Me siento justo en el pie de la cama y millones de recuerdos vienen a mi mente. Sin yo darme cuenta empiezo a derramar lágrimas.

No quiero irme de Mallorca, no quiero dejar mi vida aquí, mi hogar, mi familia, mis amigas, pero debo de hacerlo por mi bien y mi futuro. Por una vez en mi vida debo de ser egoísta y pensar en mi. Madrid puede ser que al principio no me sitúe, me descontrole, ande como un pavo sin cabeza. Pero algo dentro de mi, me dice que no va a ser tan malo así que me limpio las lágrimas rápidamente y mi sonrisa pasa a ensancharse un poco.

Miro las maletas que están tumbadas casi al lado de la puerta y miro todo lo que hay dentro de ella. Todavía me faltan algunas cosas por meter así que me dispongo a meterlas, cuando voy a coger las fotos con mis amigos me encuentro varias con Marco y pienso que el está en Madrid.

¿Lo veré? me pregunto a mí misma. No sé Madrid es muy grande como para encontrarnos, pero ¿me gustaría verlo? Pues claro Gala si es tu mejor amigo como no te va a gustar verlo, rio y sigo metiendo las cosas en la maleta.

Cuando ya tengo las dos maletas que me voy a llevar cargadas al completo, que parecen que van a explotar en cualquier momento, las bajo al pasillo de la planta baja con mucho cuidado.

La casa está en completo silencio. Miro por todos lados pero no encuentro a nadie, como estoy yo sola y el avión sale dentro de dos horas y media pienso en que podría ir a dar un paseo por la orilla de la playa. Para no tener que cambiarme de ropa otra vez me pongo la misma ropa que me voy a poner para coger el avión rumbo a Madrid.

Me pongo una sudadera blanca, con las letras en varios tonos azules de polo ralph lauren, unos pantalones de campana blancos y mis inseparables converses blancas.

Me aseguró de cerrar bien la puerta. Doy unos cuantos de pasos y ya me encuentro en la cálida arena de la playa, me acerco un poco a la orilla pero no mucho y me pongo a dar un relajante paseo mientras disfruto de las preciosas vistas y del sonido tan relajante de las olas.

Después de dar un paseo por la playa decido ir a la catedral, como muchos la llaman o catedral basílica de Santa Maria de Mallorca que es uno de mis monumentos favoritos de toda Mallorca. La Catedral es el principal edificio religioso de nuestra isla, consiste en un templo religioso de estilo gótico construido a la orilla de la bahía de Palma.

Miró el reloj y me doy cuenta de que ya llevo una hora aquí paseando y solo me queda una hora y media para que salga el avión así que me doy prisa y vuelvo a casa.

- Hola ¿hay alguien? - pregunto nada más abrir la puerta.

- Si hermana, estamos en la cocina.

Me acerco a la cocina y al levantar la cabeza para ver a mis padres y a mi hermano no solamente me encuentro con ellos, sino que también me encuentro con Gilberto e Igor.

Igor se acerca a mi deprisa y me da un abrazo mientras me levanta del lugar y yo rio mientras me abrazo a él.

- Igor ya que yo también quiero abrazarla - le regaña Gilberto.

Igor me suelta muy a regañadientes y Gilberto se acerca a mi y abre sus brazos para que yo me cuele dentro, lo abrazo muy fuertemente.

Desde que mis padres y los de Marco se hicieron amigos, íbamos a casi todos los lados juntos. Igor siempre me ha tratado como su hermana pequeña y él para mi siempre ha ejercido un poco de hermano mayor junto a mi hermano que son los dos de la misma edad, ya que Marco y yo somos más pequeños pero yo soy la más pequeña. Y Gilberto bueno pues para mí siempre ha sido como mi segundo padre, él junto a su mujer María me han tratado como una hija. Si es verdad que echamos mucho de menos a María.

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