treinta

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Narra Gala.

Nueve meses después...

Nueve meses han pasado ya desde nuestra boda, como pasa el tiempo madre mía, parece que fue hace dos semanas pero es que el tiempo pasa volando.

La boda fue una auténtica locura, nos lo pasamos increíble, reímos mucho, también lloramos, bailamos, cantamos, comimos, lo dimos todo vaya.

A la semana siguiente de la boda me enteré de que estaba embarazada. Así que eso fue una auténtica sorpresa para todos, no tenía ni la más remota idea de que estaba embarazada y me case con una pequeña criatura dentro de mi.

Estos nueves meses de embarazo han tenido sus altibajos, yo que amo comer jamón no he podido comer nada de jamón. También, he engordado varios kilos pero es normal del embarazo. He ido haciendo clases de ejercicios, comprar ropa pero la barriga crecía más y es algo molesto para dormir pero como he podido he dormido, no todas las horas que suelo dormir, pero por lo menos cuatro o seis horas he dormido.

Marco, nada más supo que estaba embarazada se volvió loco, empezó a llorar como un niño pequeño, pero vaya que yo no me quede atrás.

Mi sueño siempre había sido ser madre, pero es que esto no me lo esperaba para nada, pero las cosas improvisadas son las mejores y si esto es un bebé pues bienvenido sea.

En el sexto mes me pedí la baja por maternidad y llevo tres meses sin trabajar solo he trabajo telematicamente que esta muy bien pero no es lo mismo.

Marco siempre ha estado muy atento y me ha ayudado en todo, si algún día yo estaba muy cansada y no tenía cuerpo para hacer de comer él se encargaba de cocinar.

Cuando Marcó tenía partido las chicas siempre venían conmigo para ir a verlo, solo los partidos que jugaban en el Bernabéu claro está.

Cuando se lo contamos a nuestra familia y amigos que fue a los tres meses de embarazo la mayoría se echaron a llorar, y todos estaban muy felices.

Termino de leer un libro y justo apoyarlo en la mesa cuando siento una patada.

- ya estamos activos. - murmuro apreciando mi barriga.

Rome y Boodo vienen a corriendo a ponerse a mi lado desde que estoy embarazada ellos parecen muy protectores conmigo, a cada ratito están junto a mi.

- hola pequeños - digo acariciando sus cabecitas.

En casa estoy ahora mismo sola porque Marco tiene entrenamiento y volverá en una hora más o menos.

Salgo al jardín seguida de Rome y Boodo y estoy un rato jugando con ellos pero sin poder agacharme mucho ya que la barriga no me lo permite.

Me entra hambre y me como unas cerezas, esto de estar embarazada es mortal, me entra hambre a cada rato.

Siento muchas patatas, y algunas son muy fuertes tanto que me tengo que agarrar porque duelen bastante.

Justo entra Marco por la puerta en el momento en el que siento otra patada mucho más fuerte que las anteriores.

- mi amor ¿Estás bien? - pregunta nada más verme y yo niego con la cabeza.

- me está dando muchas patadas muy fuerte.

Marco se acerca a mi barriga y le habla y besa para luego ir a ducharse que viene todo sudado.

Me apoyo a la barra de la cocina cuando siento una contracción y dos minutos después lo que siento es mucha agua a mi alrededor. Miro hacia abajo y efectivamente he roto bolsa.

- Marcooo - grito pero no obtengo respuesta.

La madre que me parió.

- Marcoooooooo - vuelvo a gritar.

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