HÁBITO DE TI

diecinueve

Narra Gala.

Si llegó mi época favorita del año, la Navidad. Para mí, la Navidad es mi fiesta favorita del año ya que nos juntamos toda la familia, celebramos el nacimiento del niño Jesús. Y, sobre todo, lo que más me gusta es la emoción de los pequeños al abrir los regalos, me recuerda a cuando yo era pequeña.

Aunque el día que me enteré que ni Papá Noel ni los Reyes Magos existían me llevé un disgusto, y los encargados de hacermelo saber, bueno no a mi sola sino que a Marco y a mi, fueron nuestros hermanos. Aún recuerdo ese día.

Flashback

Estamos Marco y yo sentados en el sofá de mi casa viendo el Rey León mientras que nuestros padres están preparando la comida para la cena navideña, y nuestros hermanos andan rebuscando algo que nosotros no echamos mucha cuenta.

- Marco, Gala - nos llama mi hermano.

- ¿Qué pasa? - pregunta Marco mientras yo no saco los ojos de la televisión.

- hemos descubierto algo. - dice Igor y pauso la película.

- ¿Qué? - pregunto.

- Papá Noel y los Reyes no existen. - hablan los dos a la vez.

- no digáis tonterías. - decimos Marco y yo a la vez.

- que es verdad. - dice Igor.

- mentiroso. - digo mirándolo.

- es verdad, hemos visto a papá y a Gilberto escondiendo los regalos.- indica mi hermano y Igor asiente con la cabeza.

- vaya. - dice Marco.

- noooo. - Grito. - Me han estado engañando estos años. - digo haciendo un puchero.

Fin del flashback

Ahora que lo pienso me rio pero en ese momento, no puedo negar que fue algo traumatico para mí. Yo que era fiel creyente de que Papá Noel y los Reyes existían, el palo que me lleve fue grande pero de decepciones se aprende y creo que esa fue la primera decepción de mi vida.

Tenemos vacaciones una semana nada más ya que justo el día siete el Real Madrid tiene partido, pero al menos algo es algo.

Termino de preparar mis maletas para irme a Mallorca esta semana, pasaré las fiestas navideñas con toda mi familia al completo. Allí pasaré nochebuena, mi cumpleaños y nochevieja.

Compruebo que en las maletas este todo lo necesario para estos días, y me dispongo a bajar con ellas cuando escucho el timbre de mi casa. Dejo las maletas a un lado y abro la puerta, allí me encuentro a un Marco sonriente apoyado en el marcó de la puerta.

- buenas - dice pasando a mi casa pero antes se para a darme un beso o más bien robarme un beso.

- buenas. - contestó con una sonrisa.

- ¿Ya tienes todo preparado? - me pregunta mirando las maletas.

- si, el vuelo sale en dos horas.

- ¿quieres que te lleve? - pregunta.

- puedo ir en mi coche. - digo y él niega con la cabeza.

- de eso nada, tengo que despedirme de mi novia.

Que bien que suena eso.

- ni que me vaya un mes. - contesto soltando una risa.

- ni pensarlo, pero te voy a echar de menos y encima me pierdo tu cumpleaños. - dice haciendo un puchero.

- pero podemos celebrarlo a la vuelta. - digo.

- si claro pero no es lo mismo.

- ya pero no podemos hacer otra cosa, y ahora arregla esa cara que parece que ha pasado algo grave. - digo y sonríe.