catorce

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Narra Gala.

Me monto en el avión para irme ya a Mallorca desde las alturas veo todo Madrid y echo algunas lágrimas.

Y pensar que cuando me hicieron la propuesta de trabajo para venirme a Madrid no estaba muy de acuerdo y ahora no quiero irme de aquí.

Decido que lo mejor ahora mismo es no pensar en nada así que me pongo los auriculares y le doy play a mi playlist de Spotify, canciones baladas empiezan a sonar vaya puntería que tiene Spotify pienso.

Una hora y veinte después aterrizamos en Mallorca, salgo del avión y espero a recoger mis maletas. Luego me dirijo hacia una cafetería de la zona donde me está esperando mi hermano que es a la única persona de aquí que he avisado de que me tenía que venir para acá.

- Gala - grita cuando me ve.

- Raúl - digo abrazándole.

- vámonos de aquí, que ahí mucha gente y por el camino a casa me lo cuentas todo. - dice cogiendo una de mis maletas.

- vale.

Salimos del aeropuerto y nos montamos en su coche durante el camino le voy contando todo.

- ¿pero qué le pasa se ha dado un golpe en la cabeza? No defenitivamente que esa mujer está loca.

- muy loca menos mal que no la conoces porque es terrible.

- pues si que las apariencias engañan porque en Instagram parece todo lo contrario.

- no te la puedes imaginar.

- llegamos. - dice mi hermano y al mirar al frente me encuentro con mi casa.

Salimos del coche y cogemos las maletas, nos acercamos hasta la puerta y mi hermano llama al timbre, a los pocos segundos mi madre abre el timbre y se escucha de fondo a mi perro.

- te ha reconocido y eso que aún no te ha visto - susurra mi hermano antes de que mi madre abra.

- mi niña - dice mi madre y me da un abrazo.

- mamá.

- pasa, pasa. - dice y paso dentro y enseguida noto a mi perro encima de mi. - ¿te ha pasado algo? - dice y asiento. - ¿te han echado?

- ¿qué? no, claro que no.

- ¿entonces?

Mi padre que se encontraba en el jardín regando las plantas se queda impactado al verme y decido que es momento de contarles a los dos lo que ha pasado.

- no me lo puedo creer. - dice mi madre con la boca abierta. - Pero ¿quién cojones se cree esa tipa?  - grita mi madre.

- me cago en todo - dice mi padre enfadado.

Llevo las maletas a mi habitación y cuando vuelvo a ella veo las fotos con Marco que había aquí antes de que me fuera y decido girarlas para así no verlas porque simplemente me pueden y no quiero pasarme todos los días llorando.

- creo que iré a dar una vuelta en coche y así despejarme un poco. - digo al bajar las escaleras.

- me parece buena idea pero ten mucho cuidado. - dice mi madre y asiento.

- si porfavor y no hagas cosas locas. - dice mi padre.

- no no, estaré bien. - digo besando las mejillas de ambos para luego coger las llaves de mi coche y salir de casa.

Me monto en el coche sin saber donde ir pero empiezo a conducir aunque antes pongo música y al escuchar los primeros acordes de Ibiza no puedo hacer otra cosa que acordarme de Marco ya que está es una de sus canciones favoritas vaya por dios porque todo me tiene que recordar a él.

Pienso cual es mi lugar favorito de Mallorca y sin duda es la playa así que me voy hasta allí. Cuando llego esta casi vacía por lo que me acerco a la orilla pero tampoco tan cerca, a una distancia que no me moje la ropa y me siento. Se está también respirando tanta paz y tranquilidad pero esa paz y tranquilidad es interrumpida cuando escucho a Berto llamarme.

- Gala. - dice y me giro para verlo justo detrás de mi.

- hola Berto. - contestó con una sonrisa pequeña.

- ¿puedo sentarme?

- claro.

- ¿tú no estabas en Madrid?

- así es.

- ¿y qué haces aquí? - vuelve a preguntar.

- bueno digamos que la culpa la tiene Sandra.

- ¿qué ha pasado?.

Le cuento la historia y también le digo que no se lo cuente a nadie de los chicos de Madrid de que estoy aquí y mucho menos a Marco.

- esa chica nunca me a caído bien.

- siempre me decían que no era trigo limpio pero no me lo imaginaba hasta que de verdad lo he descubierto y vaya suplicio.

- no sé como es que Marco la ha aguantado tanto. - me dice.

- yo tampoco ¿y los demás? - pregunto.

- pues me dijeron que venían para acá,así que puede que esten llegando así que quédate.

- no quiero molestar.

- vamos Gala nunca molestas además siempre has sido y serás parte del grupo.

- está bien además, los echo de menos.

- ellos también. Míralos ahí vienen. - dice señalando al frente y veo a Javi Povea, Ángel poblete, y Brandon.

- pero que ven mis ojos, si es galaa - dice Brandon antes de abrazarme.

Paso por todos los brazos hasta acabar otra vez sentada en la arena.

Como sé que me van a preguntar que hago aquí decido contarles las cosas para así evitar más preguntas.

- estoy seguro de que esto se va a resolver. - dice Javi.

- y nosotros te vamos a ayudar. - asegura poblete.

- gracias chicos, sois los mejores.

- lo sabemos, pero que no se entere Marco deque hemos dicho esto. - contesta Berto riendo.

Y una vez más aparece su nombre.

Nos quedamos hablando como alrededor de una hora o hora y media.

- creo que debería de volver a casa, se está haciendo tarde. - digo mirando como empieza a anochecer.

- tienes razón, cuando llegues avísanos. - dice berto y todos asienten con la cabeza.

- lo haré.

- y por cierto ya que estas aquí, tenemos que vernos más seguido eh. - dice Brandon.

- claro que si.

Me despido de todos y vuelvo a montarme en el coche para ir a casa, cuando llego me tomo una ducha rápida, y ayudo a hacer la cena, cuando acabo de comer subo a mi habitación y veo que mi móvil está lleno de mensajes y llamadas, de Marco, Marcos, Paddy, Maca, Lucas, Dani, Daphne, Maria y Nacho. Escribo a el grupo que ha echo berto sin Marco y les digo que ya he llegado, luego me mensajeo un rato con Sara y apago el móvil porque si no va a ser imposible.

HÁBITO DE TI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora