Killer Queen [Loki y tu]

03. [Amor]

Caminé en silencio al lado de Mobius, después de haberle dado una rápida última mirada asesina a Loki. Con mucha razón, sabía que algo sucedería, ¡vamos! era Loki, obviamente él haría algo. Siempre que me pidió que confíe en él, yo era a quien apuñalaba por la espalda, no por sus dagas pero por sus mentiras. Aun así, decidí casarme con él y ahora, decido confiar en este Loki. 

Los largos pasillos nos hicieron llegar hacia la parte de atrás del supermercado, por lo que pasamos tras unos plásticos que separaban la tienda del almacén. Miré a mi alrededor, a todas las personas que estaban ahí con la esperanza de que alguien los ayudara. Sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo por la impotencia, era médica, se suponía que salvaría vidas, no que me quedaría como una expectante frente a la muerte próxima. El sentimiento se incrementó cuando un anciano se acercó a preguntarnos si eramos rescate, y comprendí que lo que yo sentía no se comparaba al sufrimiento de ellos. 

Pasee entre las personas, revisando si alguna estaba herida. Ayudé a una mujer con su pequeño bebé a ponerlo en una posición cómoda para que duerma ya que por la humedad del lugar su pecho no dejaba ingresar mucho aire.

— Disculpe, aquí.— llamó un joven cuando acabé con esa acción, caminé hacia él para agacharme frente a su pierna ensangrentada.— Sí, me corté con un vidrio mientras corría hacia aquí, ¿puede hacer algo para detener el sangrado? 

— Claro.— respondí rápidamente, no lograba ver a ninguno de la TVA entre las personas. Tomé uno de los botiquines colgados en las paredes y saqué alcohol.— Arderá. 

— Lo manejaré como un campeón.— levanté la mirada hacia él para darle una sonrisa tranquilizante, pero me perdí en su rostro por un momento. Una sensación que...

— Mi madre siempre me dijo que soy guapo, pero en momentos como estos prefiero no desangrarme.

— A eso voy.— reí y le levanté mi dedo con mi anillo de matrimonio antes de dirigir mi atención a la herida.— Tu mamá te miente, eres feo. 

— Auch.— se hizo el ofendido pero luego su rostro cambió a uno serio.— Espera, eso duele. ¿Es un ataque personal o algo?

— La perfección no existe, eres hermoso como eres, Coraje. Con todas tus imperfecciones lograrás lo que quieras. 

— ¡Te lo juro por Dieguito Maradona! —completó al mismo tiempo que terminaba de vendar su piel abierta. 

— Entendiste la referencia.

— El hombre de la luna está orgulloso de mi. 

— ¿Vector de Mi Villano Favorito?

— Touché.— le sonreí y me levanté limpiando la prenda que llevaba.— Gracias por su ayuda. 

— No es nada.— volví a fijarme en su rostro.— ¿Te conozco de algún lugar? 

— Créeme que recordaría a alguien que le parezco feo, no sucede frecuentemente.— el muchacho dirigió su mirada a un lado mío, por lo que voltee y vi a mi "equipo" apareciendo apresuradamente.— Esos hombres me dan miedo.— se acomodó una manta al rededor de su cuerpo y se echó en el piso.— Dormiré hasta que venga la ayuda o hasta que un viejo que fue el Capitán América caiga del cielo, lo que suceda primero.

— Estarás bien.— revolví su cabello marrón con una sonrisa triste.— Bonitos ojos azules, pero tengo que irme. 

— Adiós, Doc. 

Apresuré el paso hacia Mobius y otro de los minuteros quienes caminaban con velocidad volviendo a la parte delantera del supermercado. Oh, algo había pasado con Loki. Debí haber apostado, si tuviera una moneda por cada vez que Loki hace algo que afecta a varias personas, sería más millonaria de lo que ya soy. Volvimos a la jungla de pasillos, por donde nos encontramos a B-15 un tanto aturdida y con la confirmación que necesitabamos: perdió a Loki.