Harry Styles
Año 2004
Harry siempre se había considerado un niño especial, o así le decían su hermana y su mamá.
El rizado caminaba tranquilo por las calles para ir a comprar un par de cosas.
Harry se encontraba solo en su casa, y como no tenía nada para comer decidió salir por un helado. No vivían lejos de una buena heladería que solía visitar con su papá, pero desde que este había muerto el rizado solía ir a aquel lugar solo.
Su mamá se pasaba el día trabajando, y cuando decidía que no quería trabajar y estaba en casa, su pasatiempo favorito era regañar a Harry hasta hacerlo llorar.
Así que el rizado prefería quedarse en casa y jugar con su gato. El señor bigotes era una excelente compañía.
De parte de Gemma tampoco recibía mucho, ya que está siempre salía con sus amigas y olvidaba a Harry.
"Estás muy pequeño y no puedo llevarte a todos lados conmigo Harry" esa era la frase favorita de Gemma, y aunque solía sentirse solo entendía que su hermana, a la edad de 13 años, quisiera salir, así que jamás le reclamaba nada.
El rizado solo tenía 8 años, pero ya sabía que podía llegar a ser una molestia, así que prefería no comentar nada.
Mientras caminaba decidió observar su atuendo y se puso muy contento al ver que esta vez se veía muy bien, y había elegido ropa adecuada para salir.
Vestía unos lindos shorts que le llegaban un poco arriba de la rodilla, eran de un color azul muy bonito y una camisa de botones blanca con líneas.
Llevaba unos zapatos negros y sus rizos estaban desacomodados en su cabeza, porque a pesar de que Harry siempre quisiera peinarlos pareciera que estos tenían vida propia.
Observó a los lados para poder cruzar la calle y fue ahí cuando vio a varias familias en la heladería, aunque Harry ya se había acostumbrado un poco a ese sentimiento aún le dolía ver que su familia no era así y siempre estaban separados.
Llego a la heladería entusiasmado y pidió el helado que más le gustaba.
El señor detrás del mostrador le sonrió con cariño y comenzó a prepararlo.
Harry siempre iba ahí solo, y aunque al viejo Charles le parecía muy raro solo pregunto una vez. Después de que él pequeño niño le contara la historia de su familia siempre intentaba hacerlo sentir bien, por lo menos en el rato que estuviera en la heladería.
-Harry, ya tenía tiempo sin verte por aquí- Dijo Charles mientras le entregaba su helado, un delicioso helado de bombón con todos los colores del arcoíris. El rizado le sonrió mientras tomaba su helado y pago por el.
-Sip, es que mi mami estaba en casa, y cuando ella está yo no puedo salir- Harry se encogió de hombros y le sonrió feliz de nuevo.
Charles tenía toda la vida trabajando en esa heladería. Antes Harry iba allá junto a su papá, pero desde el momento en el que este murió dejó de ser algo importante para Anne y comenzó a ser una pequeña rutina para el rizado.
Charles era un señor regordete y ya un poco acabado gracias a los años, pero seguía teniendo esa calidez en su sonrisa y cariño en los ojos que habían animado a Harry a hacerse amigo de ese peculiar señor. Tenía unos grandes lentes que cubrían sus ojos color chocolate y ya varias hebras grises adornaban su cabello castaño.
Harry era pésimo haciendo amigos, pero cuando Charles vio que llegaba solo a la heladería durante mucho tiempo decidió que no quería ver a ese niño triste, y menos cuando le recordaba tanto a su nieto. Le costó bastante que Harry quisiera abrirse a él, ya que el chico era muy tímido, pero después de varias platicas logró que el niño confiara en él.
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Primera Impresión
FanfictionHarry un famoso doctor Louis un aclamado futbolista Louis tiene un accidente y recurre a Harry, pero puede que ambos terminen enamorados. ¿Será que Louis acepta que se está enamorando? ¿O huirá para que no lo lastimen? Se dice que las redes del...