Capítulo 32

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Maratón 1/3

Louis Tomlinson

Actualidad, año 2021

Navidad. La fecha favorita de muchos, uno de los mejores días para Louis.

El ojiazul cerró los ojos y miró hacia la persona que estaba en su pecho.

Ya era veintitrés. Solo faltaban un par de horas para el cumpleaños de Louis, y aunque le había tocado platicar un poco con su familia al respecto, al final habían aceptado que pasaría todo el día con Harry y el 24 por la noche y la madrugada del 25 estarían con ellos.

Lo que mantenía al rizado nervioso, pero después de un par de películas Harry se quedó dormido y Louis solo podía admirar lo bonito que se veía durmiendo.

Harry siempre parecía feliz, algo que el ojiazul sabía que era mentira, pero cuando estaba dormido, se mostraba completamente tranquilo. Y eso algo bastante increíble de admirar.

Louis sonrió ante la vista que se cernía ante él y prestó atención a la película que habían puesto.

La chica había comenzado a llorar y el chico frente a ella solo podía decirle que tenían que volverlo a intentar y que aún no era tarde para ninguno de los dos. Harry amaba ver  "El diario de una pasión" .

De todo el tiempo que llevaban juntos, (si es que se le podía llamar así a lo que ambos tenían), Louis podía jurar que había visto por lo mínimo 10 veces esa película. Harry la amaba.

Y, en cierta parte, no podía culparlo. La primera vez y tal vez la segunda que la vió le había parecido una película increíble, pero ya las demás veces que la había visto, bueno, en serio preferiría ver un partido de fútbol.

¿Manchester vs Liverpool?  Realmente sonaba a algo muchísimo mejor.

Pero, el ver la sonrisa de Harry cada vez que ambos terminaban juntos, y el poder ver cómo se escapaban un par de lágrimas de los ojos del rizado por tan emotiva escena al final, bueno, eso era invaluable.

Y Louis estaba dispuesto a ver esa película miles de veces si significaba que Harry sonreiría de esa manera.

Frunció el ceño al sentir como Harry se movía entre sus brazos y sonrió un poco al ver cómo el rizado se levantaba con cuidado mientras frotaba sus ojos.

-Buenos días, ricitos- Louis soltó una risa al ver cómo Harry abría los ojos con sorpresa y rió aún más al ver cómo el rizado caía del sillón mientras intentaba levantarse.

-Louis, no te rías- Harry se levantó y con el ceño fruncido se volvió a sentar en el sillón-Realmente me dolió.

-Exageradoo- Louis se levantó con ayuda de sus muletas del sillón y se sentó en el otro que había en la pequeña sala.

-Tú que sabes, insensible- El rizado rodó los ojos y se acomodó mejor- Hoy no hemos hecho tu sesión, y aunque es un poco tarde, aún funcionará. Vamos, si no lo hacemos en este momento luego lo olvidaremos, y quiero que en tu próximo cumpleaños puedas jugar, así que...

El rizado se levantó y después de guiñarle un ojo a Louis salió de ahí para ir hacia la habitación principal y sacar el material que necesitarían. Porque sí, desde que Harry iba todos los días y se había vuelto muy apegado a Louis dejaba sus cosas ahí.

Volvió a la sala con su inmenso maletín y comenzó sacando una pelota.

-¿Otra vez eso? Hazz, sabes que lo odio- El ojiazul echó la cabeza hacia atrás mientras se quejaba y el rizado negó con pesadez al mismo tiempo que sacaba una pequeña liga.

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