Capítulo 18

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Louis Tomlinson

Actualidad, año 2021

-Hola, Louis- El ojiazul arrugó el entrecejo al escuchar la voz de uno de sus compañeros de equipo.

-¿Qué haces con el celular de Zayn?

-Directo, me gusta- Una risa se escucho por el altavoz y Louis sonrió a su vez. Como extrañaba a su equipo- Tuvimos que tener una junta de emergencia, como Zayn es tú co-capitán vino para representarte. También está aquí Liam, pero como tengo entendido ya lo sabías porque su mamá enfermó.

Louis asintió recordando cómo Liam le había marcado esa mañana diciéndole que no podrían verse, había tenido que regresar a New York ya que a su madre le había dado un paro cardíaco.

-Si me lo comentó, pero no creí que irían todos. Por cierto, ¿Cómo está, ya mejoró?

-Si, al parecer solo fue un susto. Igual en serio lamento que te estes perdiendo de todo esto, hermano. Espero te recuperes, ya te extrañamos en la cancha- Louis sonrió con tristeza y escucho unas voces por fondo en la llamada- Tengo que irme, le diré a Zayn que llamaste. Cuídate, Louis.

Su compañero colgó y el ojiazul pudo respirar con tranquilidad. Zayn y todos estaban bien, eso era bueno. Sin embargo sintió un dolor oprimir su pecho.

Él ya no estaba en el equipo. Su equipo estaba bien sin él, no lo necesitaba.

La maldita lesión tardaría bastante en hacerlo jugar de nuevo, si es que podía, y aún así no sabía si lo volverían a aceptar en el equipo en el que estaba.
Seguramente su entrenador le diría que ya no querían a alguien basura como Louis. Habría mejores jugadores que no tendrían una lesión.

Jugadores que no necesitarían cada tanto tiempo un rato de descanso para no atraer de nuevo la lesión.

Sintió una pequeña lágrima caer y la limpió rápidamente. ¿En qué momento había comenzado a llorar?

Lo que más le asustaba no era el no poder recuperarse. Confiaba en sí mismo, y confiaba en Harry.

Sabía que podrían hacer que las cosas salieran bien, sin embargo, no podía asegurar nada de los entrenadores.

Louis ya tenía 26 años, le quedaban máximo otros seis años dentro de la cancha, luego sería un jugador retirado ya que no podría dar el mismo rendimiento que los más jóvenes.

Pero si también estaba su lesión... bueno, los entrenadores no podían darse el lujo de cuidar a un jugador, al menos no en esa forma.

Había la posibilidad de que ya nadie aceptara en su equipo a Louis, y eso lo mataba por dentro.

¿Y si dejaba de hacer lo que amaba?

¿Y si ya nadie lo aceptaba?

¿Y si...

El sonido de un celular lo sacó de sus cavilaciones y respondió sin ver de quien era la llamada

-Louis, hola- El ojiazul sonrió al escuchar la voz de Harry y agradeció que lo sacara de esa pequeña burbuja de pesimismo en la que se había sumido.

Él era Louis Tomlinson, claro que volvería a jugar.

-Hola, Hazza. ¿Dime, que te trae por aquí después de irte hace menos de una hora?- Se escucho una pequeña risita avergonzada por el altavoz y Louis amplio su sonrisa.

-Quería decirte que por accidente olvide mi suéter en tu sofá. ¿Crees que mañana pueda recogerlo?- Louis asintió rápidamente ante las palabras del rizado y al recordar que este no podía verle le dio una pequeña afirmación- Ok, muchas gracias, Lou. Nos vemos mañana, descansa.

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