Mew dirigió sus pasos hacia el gabinete cerca de su cama y del último cajón sacó un antifaz negro. Regresó con su pareja y con un gesto discreto preguntó a Gulf si podía vendarle los ojos. Gulf asintió y pronto la vista de Gulf fue cegada. Su alrededor quedó a oscuras y eso en lugar de molestarle, le excitó un poco más.
-¿Recuerdas la clave de seguridad?-
-Girasoles- pronunció Gulf, ganándose una sonrisa por parte de Mew debido a que la voz del cegado se escuchaba temblorosa.
- ¿Qué harás sino puedes hablar? - cuestionó esperando que su pareja hablara, pero en su lugar este chasqueó sus dedos. Mew asintió satisfecho habiéndose asegurado de que Gulf se sabía las claves de seguridad.
-Bien cariño, espero que este castigo te satisfaga. - Declaró Mew mientras se dirigía nuevamente hacia el gabinete y sacaba otros instrumentos que no quería que Gulf viera por el momento.
Colocó lo necesario sobre el gabinete y tomó un collar especial, dirigiéndose hacia Gulf.
Los pasos lentos y tranquilos de Mew le indicaba a Gulf, que estaba regresando con él nuevamente luego de que se había alejado, y no pudo evitar tragar nuevamente al saber que este "castigo" que le había puesto a Mew. Era en realidad el deseo más oscuro y bajo que había estado conteniendo durante los últimos años. Y ahora se convertiría en verdad, frente a él. Y no sabía cómo manejar tantos sentimientos que se estaban remolinando en su cuerpo.
Estaba inmerso en sus pensamientos cuando sintió que una textura, que identificaba como cuero, era colocada alrededor de su cuello. Su cuerpo tembló. Y su respirar se cortó, haciéndolo sentir como nunca solo por la idea de lo que era eso que se enrollaba en su cuello.
-Tranquilo- susurro en su oído, Mew, mientras se escuchaba un "click" de cierre detrás. -Confía en mí. - Pidió
-Confió en ti- afirmó con su voz quebrantada en excitación. Pronto sintió algo frio que se topaba a lo largo de su espalda. Esta "cosa" que Gulf no terminaba de determinar, parecía que estaba unida al collar de cuero que portaba actualmente. No tuvo tiempo de pensar en más, cuando su mano derecha fue llevada atrás por Mew y se sorprendió cuando este le estaba atando la mano con una esposa que, estaba seguro era del mismo material de su collar. La misma acción se repitió con su mano izquierda y cuando Mew se aseguró que Gulf estaba bien atado. Depositó un beso en la espalda desnuda de su pareja. Gufl siseo de la impresión y porque de cierta manera estaba más consciente de su posición.
Gulf suspiró cuando comprendió que era lo que lo estaba atando.
Una barra de bondage con collar y muñequeras estaba restringiendo los movimientos de sus extremidades superiores. La barra rígida impedía que Gulf se inclinara hacia delante, y las muñequeras mantenía firmemente sus manos detrás de su espalda. Dejando que Gulf no pudiese hacer nada para defenderse de lo que sea que podría hacerle Mew.
-Mew- llamó exasperado por su situación, pero no recibió una respuesta. Contrario sintió que era elevado y sujetado como un costal de papas en el hombro de Mew.
Soltó un quejido de sorpresa ante la acción. Pero antes de siquiera quejarse, sintió como era depositado sobre la cama con cuidado. Debido a que no veía, sus otros sentidos estaban desarrollándose lentamente, por lo que escuchó la respiración un tanto agitada de su compañero. Aunque no supo determinar si era por la emoción o porque su cuerpo había pesado mucho para el otro y, ese corto trayecto lo había cansado.
Pero Gulf no podía estar más que equivocado.
Mew se deleitaba viendo el cuerpo desnudo de Gulf, restringido y a su merced. Dándole la oportunidad de profanar y comer ese cuerpo que se había ofrecido por sí mismo. Y era esa excitación lo que hacía su respirar algo irregular. Mew se felicitó por haber cambiado la ropa de cama en la mañana. El rojo vino de las sábanas contrastaba perfectamente con el cuerpo que yacía boca arriba sobre la cama con exhalaciones desordenadas.
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Mi hombre lobo.
FanfictionContinuación de Mi chico interesante. Mew y Gulf después de los malos entendidos resueltos y aceptación de Gulf por los cambios de su corazón, por fin se convierten en pareja. Sin embargo los secretos que se suponen debían seguir enterrados en el pa...