Mi hombre lobo.

Todo tiene un motivo

Tan pronto terminé de hacer las pocas tareas que se me habían encomendado, me dirigí a la sala de descanso. Pronto sería hora de la merienda por lo que, como una de mis labores, prepararé café para todos en la oficina.

Al llegar a la sala de descanso pude escuchar las pequeñas y finas voces de un grupo de mujeres, que charlaban entre sí. Aunque como dije anteriormente no soy de los que esparce los rumores, tiendo a escucharlos solo por simple curiosidad. Aún más si esos rumores tienen relación con Mew y yo.

-¿Realmente son pareja?- cuestionó con curiosidad la primera mujer a la que llamaremos mujer "A".

-Lo son, sé de buena fuente que tienen una relación. – Contestó con alegría la mujer B.

- Entonces ¿por qué nunca los he visto actuar como pareja? - inquirió la mujer C.

- No lo sé realmente, pero me sospecho que debe ser por eso. - Sugirió la mujer B, de manera traviesa como si quisiera sembrar suspenso en el grupo.

-¿Eso?- cuestionó la mujer A.

-Ya sabes eso- respondió la mujer C, pero parecía que la mujer A no terminaba de comprender lo que sus compañeras decían- Eso, sobre como el señor Suppasit tuvo un amorío con su antiguo jefe. Es posible que como todo se fue al demonio no quiera repetir el mismo error con Gulf. Que dos veces lo dejen sería terrible. - Concluyó la mujer C, por supuesto debí de haber esperado esto. De alguna manera el amorío que sostuvo Mew con Pakpoom es un secreto a voces, también las desdichas de Mew por culpa del mismo.

Si fuera sincero había olvidado por completo que Pakpoom existía, Mew jamás lo menciona, y si por error alguien lo llegase a mencionar, caso que es realmente raro, Mew mantiene un gesto sin emociones aparentemente ajeno al tema. Al principio pensé que esa relación podría ser una sombra en la nuestra, pero Mew se encargó de hacerme ver que ya no le importaba lo que había pasado antes de nosotros, por lo que poco a poco lo había comenzado a olvidar; sin embargo, que hoy estas mujeres mencionen eso me hace sentir un mal sabor de boca. Es como un mal augurio de lo que puede pasar.

Está bien puede que este siendo pesimista.

Afine mi garganta en cuanto entre a la sala, y los rostros de sorpresa y nerviosismo se hicieron presentes en el trio de chismosas que tenía enfrente. Les brindé una sonrisa amable, que de amable no tenía nada, y me dispuse hacer las bebidas para mis compañeros. Como si fueran gallinas en corral, tan pronto sintieron que había invadido su espacio revolotearon por la sala yéndose con cierto gesto de vergüenza.

Terminé de preparar las bebidas y me dirigí hacia la oficina nuevamente, en cuanto llegué me dispuse a servir a cada una la bebida correspondiente y por último dejé a mi rival.

-Aquí tienes Lhong- serví la bebida y me dispuse a sentarme en mi lugar cuando la mano caliente de Lhong me detuvo. Dirigí mi vista llena de confusión hacia él y este me miraba con seriedad.

-Gulf, no tienes porque molestarte con Mew por haberme encomendado lo de Entertainment, fui yo quien le pidió encargarme de ello. –

Como si al decirme eso mi molestia se reduciría, era obvio que no fue por iniciativa de Mew el quitarme dicha tarea, Mew rara vez se retracta de las decisiones que toma, claro a menos que sea Lhong quien le diga lo contrario. Le hace tanto caso que el día en que vaya en contra de él estaré seriamente asombrado.

-Lhong, podrías no tomarme de la mano por favor- Lhong dirigió su mirada llena de consternación, pero de igual manera apartó su mano de la mía.

Suspiro.

-Ya no importa Lhong lo hecho, hecho está. Ya no me interesa si Mew no confía en mi para realizar esta tarea.

Lhong sonrió – creí que ya habíamos aclarado esto antes, Mew está enamorado de ti y yo no siento nada más allá de un afecto fraternal hacia él.