2ªT || 29 ||

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Después de haber tenido una agradable cena, estábamos dispuestos a irnos (obviamente después de haber pagado la cuenta) pero llegó una chica rubia impidiendo que nos pusiéramos de pie puesto que llegó muy brusco, ya que colocó sus manos sobre la mesa mirando únicamente a Rubén.

¿Rubén? ¿Rubén Doblas? –cuestionó con una enorme sonrisa

— si...¿Te conozco? –frunció levemente su entrecejo Rubén

— ¿No me recuerdas? Soy Adriana, vivía en el mismo vecindario que tú, obviamente antes de que te mudaras a Noruega –sonrió— éramos muy buenos amigos, eso sí lo debes de recordar –volteó a mirarme por unos segundos demostrando una expresión de disgusto, rodó sus ojos y volvió a sonreír en cuanto vió a Rubén «pero...¿Qué está pasando?»

— Adriana...¿Adriana Rodríguez? –cuestionó Rubén con expresión algo ¿Sorprendida?

— Exactamente, soy yo –deslizó una silla de la mesa desocupada que estaba aún lado de nosotros, se sentó recargando sus codos sobre la mesa— tanto tiempo sin vernos querido Rubén, sigues siendo tan guapo... –se inclinó un poco sobre la mesa y junto un poco sus brazos con la intención de resaltar más sus pechos, las intenciones de esta chica eran tan obvias que quería darle un buen golpe porque cuál sea que sean sus dichas intenciones las está logrando.

Miré de reojo a Rubén, se acomodó sobre la silla aclarando su garganta ¿Acaso lo puso nervioso?

— oh gracias...tú te ves muy distinta a la de antes, no te reconocí, lo siento –le sonrió

— No te preocupes por eso... –rió bajito, para mirarme ahora a mi— ¿y ella? ¿Quién es? ¿Tú novia? –

— ella es ____, y no, aún no es mi novia –la chica de nombre Adriana sonrió muy ampliamente sin apartar la mirada de mi, era realmente tenebrosa

— ¡excelente! –dijo con ánimos mirando a Rubén— Salgamos mañana, tengamos una cita solo tu y yo –lo tomó de las manos «¡¿Pero que hace!?»— ______, no te molesta esto ¿cierto? –

— para nad.... –me interrumpió

— como sea; por favor salgamos, quiero ponerme al día contigo ¿Puedes? –hizo un puchero

— pues... –Rubén me miró

— ¡oh vamos! –tomó el rostro de Rubén haciendo que la mirara solo a ella— ustedes no son nada así que no le pidas permiso –

— es... está bien –contestó Rubén

— ¡Qué bien! Te daré mi número para mandarte la dirección –extendió sus manos hacia él, el cuál la miro un poco confundido— dame tu celular, anotaré mi número –le sonrió

Rubén dudoso sacó su celular del bolsillo de su pantalón, lo desbloqueó y se lo entrego, esta chica lo tomo y tecleo muy rápido.

— listo, estaré esperando tu mensaje Rubén –le guiñó un ojo para después ponerse de pie— adiós~ –se fue a otro lugar

Mantuve mi vista sobre él, sin hacer ninguna expresión en mi rostro.

— ¿Qué? –preguntó una vez que me vió

Rodé los ojos, tomé mi pequeño bolso de la mesa y me puse de pie para salir del restaurante, una vez fuera caminé hacia el auto de Rubén.

— ¡Oye! –voltee a mirarlo— No vienes sola –sacó las llaves del auto y le quitó los seguros para que pudiéramos entrar— espero que no te hayas enojado por lo que pasó ahí adentro, claramente no saldré con ella, presiento que sus intenciones nos son para nada buenas –rió bajito mientras que se ponía el cinturón de seguridad

Yo Te Compré || (Rubius & Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora