2ªT ||33||

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Preguntarle directamente no era lo que en realidad queria decir pero a la vez era lo que más anhelaba hacer en este momento.

Su reacción solo fue sonreír mientras que alzaba una ceja.

— ¿Me estás proponiendo matrimonio? —cuestionó soltando una risita

— ¿Qué? No, no —fruncí mi entrecejo negando varias veces con la cabeza— Me dió curiosidad saber tu repuesta, hace rato dijiste que las cosas cambiaron pero que lo pensarías más ¿No estás seguro? —lo miré por un segundo para seguir guardando algunas prendas que había dejando sobre un mueble— Yo entiendo que el matrimonio es una responsabilidad muy grande, ya que es compartir el resto de tu vida hasta que la muerte lo impida, a mi siempre me ha dando algo de miedo esa frase —reí— “Hasta que la muerte los separe” de solo decirlos me pone los pelos de punta...

— Mi vida.. —rió— Es tan tierno cuando te pones nerviosa, hablas sin parar —rodeó con sus brazos mi cintura— Pensar más... —suspiró— ¿Por qué pensaría más en algo que ya estoy más que seguro de hacer? —recargó su barbilla en mi hombro— Sin dudarlo me casaría con la mujer que amo, que me ha hecho feliz con solo su presencia a mi lado. Me casaría contigo en todas las vidas en las que reencarne —

Manteniendo sus brazos en mi cintura me giré para quedar frente a él. Ver su sonrisa tan hermosa era lo que necesitaba para confirmar que lo decía enserio.

— Te amo, por favor ya no dudes de lo que digo y hago. Todos los días quiero hacerte presente el amor que te tengo, quiero que olvides todo lo que pasamos cuando nos conocimos, fueron errores de los cuales me arrepiento cada día. Tarde en darme cuenta, cuando lo hice fui consciente de lo que perdí —tomó con una de sus manos mi mejilla— Perdóname —acerqué mi rostro al suyo, y dejé un cálido y corto beso en sus labios.

Tocar temas del pasado me hacían sentir tan estúpida, en demasiadas ocasiones pude haberle dado un fin, pero no lo hice.

— ¡Oh! Perdón por interrumpir —nos separamos para prestarle atención a Héctor, que se encontraba cubriendo sus ojos con sus manos— Iremos por Maddie, no hagan cosas indebidas —rió para después cerrar la puerta

— Que vergüenza...—dije soltando una risa nerviosa

— Ya que estamos solos podemos.... —me tomó de la cintura atrayendome a su cuerpo

— ¿Aquí? —le cuestioné sonriéndole de manera atrevida

— Si, aquí, o en el baño. Me puedo acoplar en cualquier lugar —dejó un beso en mis labios— Tu dime... —dijo en voz baja.

Mantuve la mirada en la suya formándose una sonrisa coqueta en mis labios.


(...)


— ¡Primera y última vez que vas a esa casa! —al escuchar la voz alterada de la madre de Rubén, fue inevitable no salir de la habitación para ver qué pasaba. Nos quedamos en el primer escalón siendo discretos para escuchar todo.

— ¡Ya, déjame! Fui feliz por un par de horas, hice lo que quería. Por primera vez me sentí libre de este lugar ¡De ti! —contestó Maddie— Lo volvería a hacer cuántas veces quiera, así que suéltame, que ya se que estoy castigada —al ver a Maddie subir nos volvimos a meter a la habitación.

Las pisadas de la pequeña eran pesadas.

— ¿La viste? ¿Era mi imaginación o estaba ebria? —me cuestionó en voz baja mientras que mantenía su entrecejo fruncido.

Yo Te Compré || (Rubius & Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora