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Había pasado ya una semana después de aquella propuesta que me hizo Doblas.
Estos días los dos estuvimos demasiados ocupados cómo para empezar a elegir la fecha para la boda. Obviamente sería dentro de seis meses a un año, ya que pensar en los preparativos para la boda llevaba un buen tiempo. Tiempo que a veces no tenemos.

Traté de comunicarme con Alexa pero ni siquiera me ha respondido mensajes de texto de hace meses, me contacté con Fernando pero nuevamente se tomaron un tiempo, y él decidió alejarse de ella porque le estaba haciendo un mal mentalmente.

Quería contarle a alguien sobre este evento que tendría, quería que me felicitara o que me dijera si está bien o no ¡Solo quiero presumir y gritar a los tres vientos que me voy a casar! pero ni siquiera tenía una amiga, todas son conocidas por parte de la universidad.

— Espera un momento... —

Había pasado una semana y nadie ha visto mi anillo de compromiso.

— Pero que va, yo no soy de esas que informa a todo mundo lo que le pasa... —

Tomé mi celular y abrí la aplicación que amo, esa red social dónde todo mundo sube lo que le pasa día a día, donde uno puede llegar a comparar su propia vida con la de alguien más. Exactamente, Instagram.

Al abrir la aplicación mire mi perfil, solo había publicado seis fotos en todos lo años en las que he tenido está aplicación.
Si que era aburrida, con razón solo tenía cuarenta seguidores, de los cuales estoy segura que ya son perfiles olvidados.
Me haría una cuenta nueva, una donde empezaría desde cero.

Mientras que trabajaba en crearme otra cuenta, una llamada de un número desconocido entró.

— ¿Hola? —

Mi pequeña alumna, cuánto tiempo. Solo llamaba para preguntar ¿No hay alguna novedad sobre nuestro asunto? —escucharlo hablar me hacía sentir nerviosa

— No, Sofia no ha hecho nada extraño. Creo que ya lo ha olvidado ¿A usted no le ha mandado algún mensaje? —

No, eso me ha generado tranquilidad -se escuchó suspirar— Por cierto, pronto me casaré, será algo íntimo así que quiero que estés presente ¿Aceptas?

— ¿Es enserio? ¡Claro! Me encantaría —

Perfecto, te mandaré la invitación en cuanto las tenga en mis manos ¿Sigue siendo el mismo departamento?  —

— Le mandaré mi dirección —

Te lo agradezco, bueno tengo que irme. Ya sabes que si ocurre algo me avisas. Cambié de número así que guarda éste —rió— Que pases buena noche

— Gracias, que descanses... —finalicé la llamada— Genial...

Terminé de crear la cuenta y dejé mi celular sobre la mesa de noche. Tenía sueño. Así que fui a mi habitación para prepararme para dormir.


(...)



A la mañana siguiente me desperté más temprano de lo usual ya que algo me estaba impidiendo seguir durmiendo.
Me dí una ducha y me puse un conjunto formal para irme a trabajar.
Preparé un desayuno rápido y fácil de hacer. Dejé mis alimentos sobre la barra que estaba en la cocina para posteriormente sentarme en una de las sillas altas.

Ver mi mano con un anillo de compromiso eran tan irreal para mí. Es como si estuviera soñando. Era hermoso, tenía un piedra preciosa, era una esmeralda; es algo inusual ya que por lo regular es un diamante; por lo tanto, para mí, es algo único.
Aprovechando que tenía algo de tiempo, le tome una foto. No la publicaría ya que lo considero algo íntimo. O tal vez...

Yo Te Compré || (Rubius & Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora