2ªT || 17 ||

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Entré a la casa que compartía con Prego, después de estar un solo día fuera se sentía extraña, pueden llamarme dramática; pero ahora se sentía frío y apagado, yo no estaba esa calidez, esa alegría que sentía al llegar.

Dejé las llaves sobre la mesa de centro, miré hacia la cocina y posteriormente a las escaleras, todo estaba en completo silencio; quité mis tacones para que el lugar permaneciera en esa armonía silenciosa.
Subí sigilosamente por las escaleras hasta llegar al pequeño corredor, la habitación que antes se mantenía cerrada, ahora está abierta, asomé solo mi cabeza por el marco de la puerta.

Mi corazón se estrujó al verlo acostado en una nueva cama, me volveré loca si no me explica que demonios le sucede.

Fui a la habitación que compartíamos días atrás, seguía intacta, las sábanas seguían tal cual las había dejado el día anterior. Dejé caer mi bolso y no puede contener más mis lágrimas.

No soporto que me trate de esta manera un día más, será hoy que todo esté problema o situación se termine.

Al escuchar pasos bajar por las escaleras salí de la habitación para ir detrás de él.

— Ismael –lo llamé sin poderlo detener— Ismael debemos hablar ya –entré a la cocina — Estoy harta de que me ignores ¿Qué diablos pasa contigo? –volteó a mirarme por unos segundos para continuar lo que estaba haciendo— Deja de comportarte tan infantil Prego –lo tomé de su brazo volteándolo hacia mi

— No tengo...nada de que hablar ____ –su tono de voz sonaba tan diferente— ¿Me permites continuar con mi desayuno? –lo solté bajando mi mano

— No te entiendo, en verdad no entiendo qué sucede contigo –una vez más estaba a punto de llorar— Solo estoy tratando de que me digas que el rumor que se ha esparcido por toda la empresa es una mentira –mis lágrimas empezaron a salir— Solo quiero que niegues que me fuiste infiel...solo estoy tratando de que lo nuestro siga como antes... –agaché la mirada dejando salir todas las lágrimas acumuladas en mis ojos— Por favor, explícame... -

Alcé la mirada, aún estaba dándome la espalda, entre-abrí mis labios buscando las palabras correctas, pero simplemente decidí irme.
Al estar en la habitación cerré la puerta colocando el seguro para asegurarme de que no entrara, aunque dudo mucho que lo haga. Saqué mi maleta del armario y empecé a guardar toda mi ropa, en una maleta más pequeña guarde mis cosas que usualmente uso para maquillarme, peinar mi cabello y el cuidado de mi piel, entre otras cosas para el trabajo.

Salí de la habitación con mis maletas en manos y mi bolso en hombro. Baje las escaleras con mucho cuidado de no caerme, al estar frente a la puerta de la salida, volteé a mirar a Prego el cual estaba sentado en el sofá tomando entre sus manos una taza.
Pensé que preguntaría sobre a dónde iba, pero simplemente se puso de pie y subió por las escaleras.

Suspiré decepcionada de él y de mi por haber creído que sería “diferente”.
Subí las maletas a mi auto, que hace meses no usaba. Al terminar subí y lo encendí, antes de marcharme miré hacia la puerta, tenía la esperanza de que saliera a detenerme.

Una estupidez.

Puse en marcha el auto y conduje a mi antiguo departamento donde anteriormente vivía sola. Durante el camino no pude contener más el sentimiento de tristeza y frustración que sentía por dentro, así que lloré, lloré tanto que respirar me costaba demasiado, mi vista empezaba a ser borrosa, y no podía continuar manejando, así que estacioné mi auto cerca de la acera de una calle.
Debía de tranquilizarme, si o si.
No por una tontería amorosa iba a permitir que me sucediera algún accidente.

Inhale y exhale para tranquilizarme, no me permitiría caer en un estado de duelo por la, supongo que ya ruptura con Prego. Debo de aprender a no ser tan débil en estos casos, no toda la vida la voy a pasar con la misma persona que supuestamente me jura amor eterno, allá la suerte de aquellas mujeres que tienen al mismo hombre a su lado que desde un principio de relación les prometieron amarlas por el resto de sus vidas y que siempre serían las únicas ante sus ojos. Eso puede ser real, pero en mi caso no; aún no encuentro a esa persona y mientras que la encuentre o él me encuentre a mi, debo de ser fuerte y tener el control en mis emociones.

Yo Te Compré || (Rubius & Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora